12/01/2010
Aprovechando la edición de lujo de este disco, es un buen momento para reivindicarlo y escucharlo.
Este tipo con pinta de acabado en la portada es un Beach Boy, sí uno de esos chicos que eran la imágen de la Amércica idílica allá por los 60.
Sin exterderme y sintetizando, todos juntos, pero concretamente Dennis y Brian Wilson con sus "andanzas", que se enmudecieron más o menos en su momento, harían palidecer la de muchos otros coetáneos y conocidos músicos.
El Beach Boy más rebelde tuvo una vida ni mucho menos tan bonita como nos hicieron creer. Su vida corrió siempre entre las drogas y el alcohol.
Centrándonos en el Dennis compositor, se me antoja un tanto similar a lo que le ocurrió a George Harrison dentro de los Beatles, estuvo siempre en un segundo plano eclipsado, y en este caso, por Brian.
Cuando Brian después del fallido Smile entro en picado con sus pobremas psíquicos y de drogas, Dennis fue poco a poco metiendo canciones en los siguientes discos del grupo y no estaban exentas de calidad. Tal vez en donde mejor se refleja en el lp Sunflower, donde lleva el peso compositivo, y donde aparece para mí una maravilla de balada que es Forever. Escuchadla si podeis.
Un poco hastiado del grupo, que vivía más que decentemente gracias a sus directos, más que por la ventas de sus discos, Dennis decide editar en el 77 este disco intimista y precioso. Como si estuviera estado aprendiendo poco a poco de su hermano Brian, y también me da que negándose a entregar estas canciones al grupo, Dennis sacó doce canciones que ¡Coño! vale que no son la quintaesencia de la música, pero con toques de Blues Rock, y porque, algunos arreglos más que estupendos y enigmáticos con los teclados en algún tema, hacen un conjunto interesante y más que válido para escuchar más de una vez.
Como dije es muy intimo en cuanto a las letras y logra dar rienda a sus sentimientos y estado de ánimo.
No creo que le tuviese que envidiar nada en su momento a otras bandas míticas americanas como Eagles por ejemplo.
Bueno, nada más añadir, que no lo compró nadie, ya que apenas rozó el puesto 100 en el Billboard americano, vamos, lo compró algún amigo y cuatro despistados. Así pasa..............cienes y cienes de veces.
No editó nada más, porque cuando estaba en proceso lo que sería su segundo disco Bamboo, murió al caerse al agua, no de una manera tan poética como contaron oficialmente. Pero eso es otra historia para otro momento.
Este sí que sabía surfear, por el mar y con bastante decencia por los surcos.
ocean