Otra vez volvemos a hablar de Dennis Hopper, una nota breve y motivada por la fortuna. Ya le recordamos hace unos meses (y parece que fue ayer) a propósito de la película que le hizo famoso. Esta vez es para rendirle honores por toda una vida que ayer decidió abandonarle y la causa, un cáncer de próstata. En su dilatada carrera hay títulos imprescindibles de la historia del cine. A las órdenes de Nicholas Ray pudimos ver sus primeros pasos en Rebelde sin causa; a las de Henry Hathaway en varios títulos gloriosos; John Sturges, George Stevens, Roger Corman o Stuart Rosenberg continuaron su aprendizaje hasta que por fin hizo sus primeros pinitos en la dirección, faceta que combinó junto a otras como las de fotógrafo o pintor.
Son muchos los títulos en los que Hopper se ha mostrado genial. Como ocurre a menudo, no son pocas tampoco las películas de talla mediocre. Personalmente, me quedo con el Hopper de dos personajes secundarios: Terciopelo azul y Apocalypse Now.