La Asociación Nacional para la Defensa del Derecho a la Objeción de Conciencia del Personal Biosanitario (Andoc), representante de diferentes estratos del personal sanitario y pacientes, va a presentar una denuncia contra la píldora del día después, no es algo que no se pudiera predecir, sobre todo porque la información que se ofrece con la píldora no es completa y se puede tildar de engañosa, al menos así lo cree Andoc.
Como sabemos, una parte de los farmacéuticos (37%) parecen ser objetores de conciencia de la píldora del día después, no comercializan en sus farmacias la píldora y para ello utilizan diferentes argumentos, “se nos ha acabado”, “no la hemos recibido”, y la razón de ello son las razones de objeción de conciencia, o como en este caso, las razones sanitarias por las que no se debe comercializar la píldora del día después. A todo esto hay que añadir que los farmacéuticos indican que se trata de un producto abortivo, algo que el Ministerio de Sanidad niega tajantemente. Son varias las razones por las que se pretende preparar una denuncia contra la píldora del día después.
Nos gustaría recordar las declaraciones del Ministerio de Sanidad: “La píldora del día D no es abortiva, es un método anticonceptivo de emergencia. No se ha descrito en la literatura científica que haya efectos adversos por la utilización reiterada de la píldora del día D”, frente a estas declaraciones, la Andoc se respalda en un informe de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) en el que se indica que existe el riesgo de sufrir tromboembolismo venoso (problema que se caracteriza por la coagulación de la sangre en las venas) en aquellas mujeres que se habituaran a utilizarla.
Pero hay más, al parecer la documentación de la AEMPS desaconseja la utilización de la píldora “está desaconsejado en mujeres que padezcan enfermedades del intestino delgado, problemas graves de hígado, con alto riesgo de embarazo ectópico, incluidas aquellas con historial médico de salpingitis o embarazo ectópico previo”, todo este conjunto son contraindicaciones que demuestran que es necesario que exista un control y una prescripción médica para descartar los riesgos mencionados. Las contraindicaciones deben ser explicadas y no se refleja toda la realidad en los folletos adjuntos a la píldora del día después.
Otro aspecto a destacar es la posibilidad de que el método anticonceptivo provoque cambios endometriales (el endometrio es la mucosa que recubre el interior del útero y que permite la implantación del embrión) que dificultan la implantación del embrión, por lo que se puede decir que sí se trata de un fármaco para el aborto, todo lo contrario a lo que declara el Ministerio de Sanidad. La denuncia contra la píldora del día después parece tener fundamento, especialmente en lo que respecta a la salud, ya que la falta de información en los folletos no es rigurosa ni veraz, se incumple claramente la normativa que regula la publicidad en lo que respecta a fármacos para uso humano.
Quizá no se puede frenar la venta de la píldora, de hecho se han duplicado las ventas en un solo año, es un método muy demandado y se abandonan otros sistemas preventivos que resultan más seguros (preservativos), sobre todo porque además previene que se contraigan ciertas enfermedades. A través de la publicación digital La Razón podemos saber que en un primer paso se pretende lograr que la píldora del día después se comercialice con estricto rigor, debe incluir toda la información que antes hemos citado y debe ser obligatorio alertar sobre las posibles complicaciones de su uso. No tardaremos en conocer nuevas noticias al respecto, sin embargo, algo que resulta incomprensible es que, a sabiendas de los mencionados efectos adversos, el Ministerio no haya cumplido el protocolo español y comunitario sobre la publicidad relacionada con los medicamentos.
Foto | Galería do Bem