Los niños pueden practicar deportes extraescolares, pueden jugar en el parque al fútbol o a baloncesto y además practicar educación física durante las horas lectivas. En ocasiones sólo con esto no adquieren la capacidad física que se espera para su edad, ya que no basta solamente con dos horas de natación a la semana o unos tiros libres en el parque.
En estos casos no existe diferencia entre un niño completamente sedentario y los que practican este tipo de actividades. Una de las formas con las que se pueden conseguir esto es el deporte de competición en equipo.
No estamos hablando de hacer entrenar a un niño cinco horas diarias para conseguir una medalla en los próximos juegos olímpicos. Sino simplemente de un pequeño equipo de barrio o del colegio, de fútbol, vóley, hockey… donde se jueguen pequeños campeonatos y tengan un hábito de entrenamiento un poco más serio.
Los aspectos positivos de competir en grupo son diversos. Al practicarse como un juego en grupo el niño interacciona con sus compañeros. El entrenar más días a la semana (lo ideal serían entrenamientos de más o menos 1 hora, 4 ó 5 días a la semana) hace que se adquiera ese hábito de practicar deporte.
También sabrá reconocer lo que es el esfuerzo y la perseverancia y la importancia de un trabajo bien hecho. Además podrá dar rienda suelta al desgaste de energía, cosa muy importante después de estar toda la tarde sentado dando clase. Y una cosa muy importante, sabrá que en la vida unas veces se gana y otras se pierde.
En estos casos el apoyo de los padres será fundamental. Nos alegraremos cuando él gane y nos entristeceremos cuando pierda, pero siempre diciéndole todo lo que ha hecho bien y alabando el esfuerzo que ha desempeñado.
Nunca se deberá presionar a pequeño, ni obligarle a ejercer un deporte que no quiere. Si está practicando algún deporte y quiere abandonar le podemos proponer otras alternativas, igual simplemente ya se ha cansado y acepte cambiar de ejercicio. Si no quiere no pasa nada, muchos niños abandonan y al tiempo cambian de opinión. Lo importante es que no vuelva a la vida sedentaria.
En definitiva de lo que se trata es que los niños aprendan a hacer deporte a diario, a ser activos y a cuidar de la salud, que es lo que les llevara con más probabilidad hacerlo también cuando sean mayores.
Foto: SCA Svenska Cellulosa Aktiebolaget