Deportes, síntoma de riqueza

Vemos con sorpresa el auge de los últimos años del deporte español. Por mucho que algunos lo atribuyan a un doping que a veces ha aparecido creo que tiene que ver más con la riqueza de los paises. El deporte como cualquier actividad depende de la atracción económica y posibilidad de generar negocio para su subsistencia. Tanto en la televisión como en la creación de modelos de sociedad dignos de ser repetidos y seguidos. En esta generación de imagen es donde reposa la capacidad para el éxito: la subsistencia para los deportistas y de televisiones, federaciones, competiciones, etc.Los héroes de la sociedad, los deportistas, los gladiadores no solo demuestran el nivel económico y de reconocimiento del propio deporte sino también de la propia sociedad. No en vano fueron método de propaganda en los tiempos de la guerra fría. Hoy en día vemos como los medalleros o los palmarés de los diferentes eventos deportivos casi repiten la lista de la OCDE. Es decir, que por encima del talento propio o particular de un deportista el país más rico es el que se puede permitir deportistas más eficientes.Este pensamiento deriva en dos ideas, la primera es que las sociedades ricas pueden permitirse que algunos de sus miembros talentosos se dediquen a deportes mayoritario o incluso de poco seguimiento. Marca, entonces, un índice indirecto de la riqueza del país. Por otro lado el talento, el valor individual deportivo que no está vinculado al país sino a que se den las circunstancias culturales, tradicionales, genéticas, de interés del deportista, que la son más democráticas, al final y por propia supervivencia acaba acudiendo a esos mismos países donde encontrarán sustento, provecho y vida futura. Es el caso de los eternos caladeros de futbolistas en Brasil o Argentina o los medio fondistas y marathonianos keniatas o marroquíes.De esta manera el deporte no solo consagra esa realidad de diferencia económica y social sino que, en algún caso, y salvo los muy talentosos que pueden saltar el muro que separa los mundos, enseña un reino de Oz al que no se podrá acceder salvo que se tenga un talento suficiente como para vivir corriendo o golpeando una pelota de fútbolEl doping, esa trampa buscada para que nos asegure y augure un más alto, más fuerte, más rápido en una economía que requiere rentabilizar esos héroes es simplemente un paso más allá de este planteamiento base: el del país que puede producir, por riqueza, personas que se convierten en héroes por el deporte y que han de asegurar su preponderancia en los medios. Es decir, que los países ricos permiten que afloren héroes que, a su vez, pretenden eternizarlos en sus triunfos y sus vicisitudes ya sea mediante el juego limpio, la ayuda más o menos evidente o, en última instancia mediante el doping o la trampa más o menos legal. Esto aplica tanto a Contador con su doping discutible como para los jugadores de baloncesto NBA que no están sujetos a análisis antidoping o a los corredores keniatas o marroquíes que cambian el color de su camiseta para dar gloria a otras patrias por una sencilla tarifa.Paradojas sociales, pensamientos en Recuerdos del día de mañana.Imagen: http://gondorianhelmet.blogspot.com/2010/12/deporte-adulterado.htmlNota última: por eso es tan inútil y tan absurdo mostrar nacionalismos con el deporte, ni los deportistas defienden nada más que el propio beneficio de la empresa que representan, ellos mismos, ni tienen más patria que la del dinero que le pagan ni los modelos de luchador son tan limpios ni tan claros sino una conjunción de intereses y de casualidades que pueden dejar a los verdaderos talentos en oficios menestrales y a los mediocres al acceso al Olimpo del éxito y del dinero. Es el caso de Messi, un "Mozart" del futbol con la suerte de topar con quien creyó en él o de los muchos ídolos de pies de barros, como el propio George Best o Maradona que convirtieron su éxito en la crónica anunciada de sus muertes, otra parte del negocio del deporte.Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.