Por qué estoy tan triste si se supone que tendría que estar de lo más feliz? ¿Por qué no puedo parar de llorar? ¿Voy a ser una mala madre?
Para una mujer, el momento del parto supone muchos cambios a nivel emocional, físico, familiar, social… En ese momento, no solo hay factores que afectan durante el embarazo o durante el parto, sino que el postparto es muy intenso para muchas mujeres, tanto en positivo como en negativo.
En este blog voy a hablar de la depresión postparto, como un problema que sufren mujeres que, tras el parto, experimentan unas emociones intensas y duraderas que son negativas y desagradables, generándoles mucho malestar.
Es frecuente (una de cada dos mujeres), que justo tras el parto, la mujer experimente sentimientos negativos o confusos. No obstante, no se trata de depresión postparto, sino de una depresión leve (también llamada “baby blues”) que es transitoria, pues a las pocas semanas disminuye sin necesidad de tratamiento; y que se considera una reacción normal “adaptativa” ante la situación. Se manifiesta con síntomas como:
- Estado de ánimo variable.
- Problemas de concentración.
La depresión post parto, sin embargo, suele aparecer días o meses después del parto, manifestándose por medio de síntomas muy intensos, negativos e incapacitantes, que habrá que atender para impedir que se cronifique.
Entre los síntomas podemos encontrar:
- Tristeza o sensación de vacío. Lloros frecuentes.
- Apatía.
- Desinterés por el bebé, la familia o los amigos.
- Abandono de actividades placenteras.
- Dificultades al dormir y cambios bruscos en los hábitos alimenticios (mucha/nada de hambre).
- Fuerte sensación de fracaso.
- Ganas de hacerse daño a sí misma o al bebé.
- Ansiedad, angustia, inquietud, irritabilidad.
- Molestias físicas: dolores de cabeza, poca energía, dolor en los músculos…
- Fuertes sentimientos de culpabilidad.
En cuanto a la frecuencia de este problema, nos encontramos que es menor que en la depresión leve, pues ocurre en un 10% de las mujeres. No obstante, le puede pasar a cualquier mujer: madres primerizas o con más hijos, embarazos fáciles o difíciles, casadas o solteras…
Entre las causas de este problema podemos destacar:
- Factores psicológicos, como miedo a no cumplir lo que se espera de ellas, miedo a hacerlo mal…
- Factores fisiológicos, tales como cansancio tras el parto, cambio hormonal, cambios en el estado de ánimo…
Por otra parte, existen factores de riesgo, que pueden aumentar las posibilidades de sufrir este problema:
- Haber sufrido o tener antecedentes de depresión anteriormente u otros problemas mentales.
- Estrés.
- Poco apoyo social.
- Conflictos con la pareja o familia.
- Dificultades laborales o económicas.
- Personalidad perfeccionista.
- Historial familiar de depresión o problemas mentales
Por lo tanto, si te encuentras viviendo esta situación, lo más recomendable es buscar un especialista que te pueda ayudar a experimentar esas sensaciones de una manera más adaptativa, para que puedas empezar a disfrutar de tu bebe.