¡Magnesio, magnesio! La depuración hepática es la última llave de la felicidad. Alfonso ha reorientado sus criterios terapéuticos, seducido como está por el nuevo paradigma.
—¿Qué quieres que te diga?, no me convence tanto empeño en abrillantar hígados —le replica su amigo después de escuchar la explicación una mañana calurosa, mientras toman café cortado e infusión de jengibre en una terraza a la sombra.
Alfonso vuelve a sus argumentos, pero el amigo continúa en el escepticismo.
—Podría entenderlo si hablaras de limpiar corazones.
—Pues a mí eso me suena más bien a labor de confesionario.
—Puede ser. Pero no olvides que el corazón es la víscera más próxima a la billetera.
El amigo porfía hasta que logra pagar la cuenta. Cruzan la calle y continúan discutiendo mientras caminan al sol. El día es muy caluroso.