Derechos asertivos

“La interacción asertiva es aquella en la que los participantes acaban sintiéndose mejor que antes” S. Neiger y E. Fullerton

Las semanas anteriores hablaba de las distorsiones cognitivas que son pensamientos fijos y errores que nos hacen ver una realidad errónea lo cual contribuye de forma directa a nuestro malestar. Esta idea está directamente relacionada con la asertividad.

La asertividad es la capacidad de autoafirmar y defender tus necesidades y derechos sin dejarte manipular por las exigencias de los demás, ni utilizando comportamientos agresivos o inhibidos propios de las personas inseguras.

La persona asertiva tiene una seguridad en su persona y en su valía sin la exigencia de estar demostrándolo constantemente y sin buscar la aprobación de los demás. Esta firmeza en su capacidad le viene por la asimilación de unas ideas racionales entre las que se encuentran los derechos asertivos.

Si quieres mejorar tu asertividad te los hago llegar para que los leas y reflexiones si los prácticas en tu día a día. Para que puedas identificar cuáles son tus verdaderos pensamientos he puesto en la columna de la izquierda las suposiciones tradicionales erróneas que solemos tener en nuestra mente y en la columna de la derecha sus derechos asertivos respectivos. Es un buen ejercicio leer las suposiciones erróneas y en la que te sientas identificado elegir el derecho correspondiente y memorizarlo para lograr que tu mente sea más asertiva.

SUPOSICIONES TRADICIONALES ERRÓNEAS

DERECHOS ASERTIVOS

1. Es ser egoísta anteponer las necesidades propias a las de los demás. 1. Algunas veces tengo derecho a ser el primero.

2. Es vergonzoso cometer errores. Hay que tener una respuesta adecuada para cada ocasión. 2. Tengo derecho a cometer errores.

3. Si uno no puede convencer a los demás de que sus sentimientos son razonables , debe ser que está equivocado, o bien se está volviendo loco. 3. Tengo derecho a ser el juez último de mis sentimientos y aceptarlos como válidos.

4. Hay que respetar los puntos de vista de los demás, especialmente si desempeñan algún cargo de autoridad. Guardarse las diferencias de opinión para una mismo, escuchar y aprender. 4. Tengo derecho a tener mis propias opiniones y convencimientos.

5. Hay que intentar siempre ser lógico y consecuente. 5. Tengo derecho a cambiar de idea o de línea de acción.

6. Hay que ser flexible y adaptarse. Cada uno tiene sus motivos para hacer las cosas y no es de buena educación interrogar a la gente. 6. Tengo derecho a la crítica y a protestar por un trato justo.

7. No hay que interrumpir nunca a la gente. Hacer preguntas denota estupidez. 7. Tengo derecho a interrumpir a los demás para pedir una aclaración.

8. Las cosas podrían ser aún peores de lo que son. No hay que tentar a la suerte. 8. Tengo perfecto derecho a intentar un cambio.

9. No hay que hacer perder a los demás su valioso tiempo con los problemas de uno. 9. Tengo derecho a pedir ayuda o apoyo emocional.

10. A la gente no le gusta escuchar que uno se encuentra mal, así que es mejor guardármelo para mí. 10. Tengo derecho a sentir y expresar el dolor.

11. Cuando alguien se molesta en dar un consejo, es mejor tomarlo seriamente en cuenta porque suele tener razón. 11. Tengo derecho a ignorar los consejos de los demás.

12. La satisfacción de saber que se ha hecho algo bien es la mejor recompensa. A la gente no le gustan los alardes, la gente que triunfa en el fondo cae mal y es envidiada. Hay que ser humilde ante los halagos. 12. Tengo derecho a recibir el reconocimiento formal por un trabajo bien hecho.

13. Hay que intentar adaptarse siempre a los demás, de lo contrario, no se encuentran cuando se necesitan. 13. Tengo derecho a decir “NO”.

14. No hay que ser antisocial. Si dices que prefieres estar solo, los demás pensarán que no te gustan. 14. Tengo derecho a estar solo aún cuando los demás deseen mi compañía.

15. Hay que tener siempre una buena razón para todo lo que se siente y se hace. 15. Tengo derecho a no justificarme ante los demás.

16. Cuando alguien tiene un problema hay que ayudarle.

16. Tengo derecho a no responsabilizarme de los problemas de los demás.

Si estás interesad@ en tenerlo en formato pdf o word no dudes en ponerte en contacto conmigo a través del email.

Una vez más me reafirmo en la idea de que esto requiere mucha práctica y más práctica, sabiendo que llegará un momento en que todo empiece a fluir sin necesidad de hacer un esfuerzo consciente. Para mí es como aprender un idioma, al principio necesitas estar constantemente pendiente de lo que dices pero en cuanto captas las ideas principales y tu mente se acostumbra a esa forma de pensar empezarás a ser asertivo en todas las facetas de tu vida.