La historia de Desamparados propiamente dicha comienza cuando Kemê, cantante de nightclub conoce a Jose en un seminario sobre Vudú Haitiano, tres semanas más tarde se casarían en un viaje improvisado a Las Vegas, y conocerían a Cicomiko en una mesa de Blackjack tras haberlo perdido todo. Habiendo regresado juntos en noviembre de 2007 se bautizarían como Desamparados, a la pregunta de por qué ese nombre, la respuesta siempre es que no había otra opción posible.
En marzo de 2008 con motivo de un recopilatorio que finalmente no llega a ver la luz, se ponen en contacto con Juan Pinrel, guitarra de Kante pinrélico y científico autodidacta con el que ya habían perpetrado algunas fechorías anteriores, tras unas cuantas noches de música, fear & loathing y botellas vacías, Juan queda investido como Desamparado por derecho. Poco después y soportando una ola de calor que derretiría el mismísimo infierno, Desamparados vuelven a ser el tridente de la locura al abandonar Cicomiko su carrera como batería en el grupo por otra en Hungría como director de cine X.
Es aproximadamente un mes más tarde cuando al borde de acabar, no se sabe bien, si en la cárcel o en una institución mental, Aurora decide poner un poco de orden, aplicando su mano de hierro a las teclas y la caja de ritmos, y otorgando algo de sensatez ante los numerosos desvaríos que nacen en los ensayos, comienza finalmente una nueva era Desamparada y la grabación de los temas en Ordesa-8, queda configurada la banda en dos y dos, todo lo que Abba nunca quisieron ser.
El sonido de la banda queda definido por los puntos en común de los cuatro, que no son pocos gracias a su adicción musical incurable, y recorren carreteras polvorientas de afterpunk, sonidos desérticos, goth y rock, tomando curvas y atajos que bordean el blues o el glam, siempre de noche y sin preocuparse de a dónde puedan llevarles.
DISCOGRAFÍA
Desamparados (2010)