Revista Arte
El Códice Calixtino o Codex Calixtinus, un libro del siglo XII de valor incalculable, ha desaparecido de la Catedral de Santiago de Compostela, en lo que puede ser uno de los hurtos más importantes de patrimonio histórico y artístico. La ausencia del códice, que se guardaba en una caja fuerte del archivo, se descubrió el martes por la tarde, aunque la sustracción se produjo la semana pasada, según fuentes policiales.
primera y más célebre guía para peregrinos se había extraviado y la buscaron por todas partes, sin encontrar el menor rastro. Ante esa evidencia, ayer cursaron la correspondiente denuncia en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Santiago de Compostela.
"Lo mejor que puede suceder es que el códice esté en manos de alguien que conozca su valor incalculable porque así estamos seguros de que no lo maltratará", comenta un mando policial. La Jefatura Superior de Policía de Galicia ha dispuesto "todos los efectivos que sean necesarios" para recuperar el texto, a la vez que hoy mismo se incorporar a las pesquisas dos especialistas de la Brigada Central del Patrimonio Histórico.
Especialistas citados por El Correo Gallego creen que puede tratarse de un robo por una banda organizada que podría actuar por encargo de algún coleccionista. Fuentes de la investigación citadas por la Cadena SER piensan que el ejemplar se encuentra ya fuera de España.
Compuesto por cinco libros y dos apéndices, aunque encuadernado en un tomo único en 1964, el códice, que nació con el objetivo de propagar la devoción por el apóstol Santiago, era una especie de guía para los peregrinos que se dirigían a la ciudad, con consejos, posibles alojamientos, descripciones de la ruta, de las obras de arte así como de las costumbres locales de las gentes que vivían a lo largo del Camino. También contiene ricas ilustraciones y 22 piezas polifónicas que se cuentan entre las más antiguas de Europa. Mide 30 por 21 centímetros y la caja en la que se conserva, 23 por 16, según El Correo Gallego, y consta de 225 folios de pergamino.
La caja fuerte donde se guardaba el valioso códice tenía las llaves puestas cuando se descubrió la desaparición, según dichas fuentes, lo que descarta que el autor o autores de la sustracción emplearan la fuerza o la violencia para apoderarse de él. La caja fuerte se halla en una zona de acceso restringido del archivo catedralicio, a la que tienen acceso muy pocas personas (cinco o seis a lo sumo), que ya han sido interrogadas por la policía. Sin embargo, el control sobre las llaves era "bastante laxo", por lo que cabe la posibilidad de que algún intruso se apoderase de ellas y abriese el cofre blindado sin dificultad. Las personas que tenían acceso a las llaves ya han sido interrogadas, sin que, por ahora, se hayan encontrado sospechas contra ninguna de ellas.
El hurto (no cabe hablar de robo, al no haber existido fuerza ni violencia) se produjo la semana pasada. Sin embargo, no fue advertido hasta el martes. Desconcertados, los responsables del archivo catedralicio pensaron que la que se considera primera y más célebre guía para peregrinos se había extraviado y la buscaron por todas partes, sin encontrar el menor rastro. Ante esa evidencia, ayer cursaron la correspondiente denuncia en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Santiago de Compostela.
El deán, José María Díaz, informó ayer al Cabildo de la Catedral y al arzobispo, monseñor Julián Barrio, de la desapareción del códice, cuyo original latino, patrocinado en buena parte por el papa Calixto II (de ahí su nombre), fue traducido el año pasado al gallego.
En los últimos años, se habían aumentado las medidas de seguridad para proteger el códice, guardado en una zona dotada con un sistema de alarmas y contraincendios, pero que no registra todos los movimientos en las distintas estancias. Además, según este diario, hay cinco cámaras de seguridad, pero ninguna de ellas enfocaba al libro. Aparte del original desaparecido, existe una réplica exacta, con la que trabajan los especialistas acreditados, que pueden ver los visitantes del Museo de la Catedral. El original sólo se mostraba en grandes ocasiones, la última vez, según la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha expresado este jueves su confianza en que la Brigada de Patrimonio de la Comisaría Central de la Policía Nacional recupere el Códice Calixtino de la catedral de Santiago de Compostela, cuya desaparición ha sido denunciada esta semana.
Al ser preguntada en un desayuno informativo del Foro de la Nueva Sociedad, González-Sinde ha destacado que "afortunadamente" la Brigada de Patrimonio de la Policía Nacional "ha dado muy buenos resultados" en casos similares, ya que sus agentes "fueron capaces de recuperar todos aquellos documentos robados de la Biblioteca Nacional y también de otras bibliotecas autonómicas".
"Hemos podido incluso condecorarles, y confío en este caso en que la justicia, la Guardia Civil y la Policía puedan recuperar ese documento", ha subrayado la ministra sobre la desaparición del Códice, en cuyo lugar de exposición no se encontraron "signos de violencia" tras el robo.
Según ha indicado González-Sinde, "no es infrecuente que haya expertos internacionales que se dedican a este tipo de robos", pero en cualquier caso ha insistido en que confía en que "haya una resolución como ha habido en casos anteriores".
La Policía ha puesto en marcha un amplio despliegue de efectivos para tratar de localizar el paradero y recuperar el Códice Calixtino, considerado como la primera guía del Camino de Santiago y de valor incalculable, que ha sido sustraído de la Catedral compostelana. El deán de la Catedral de Santiago y Archivero Mayor, José María Díaz, aseguró ayer que las cerraduras y puertas de la estancia donde se hallaba el Códice Calixtino no presentan signos de violencia ni de haber sido forzadas, y afirmó que solo él y otras dos personas tenían acceso a esa sala, que alberga documentos de gran valor propiedad de la Catedral compostelana. El códice no tiene un seguro especial más allá del seguro general de la Catedral, y en el pasado se calculó su seguro en unos 6 millones de euros, detalló.
Cuando todavía no había pistas sobre la autoría de los hechos, la policía analizaba ayer las cámaras de seguridad de la Catedral para tratar de hallar algún indicio, según la misma fuente. Nada más conocerse la desaparición del también denominado Libris Sancti Iacobi, surgieron las primeras reacciones de autoridades y de personalidades del mundo de la cultura. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, expresó su "preocupación" por la desaparición del Códice Calixtino por su valor "histórico" y por lo que representa para el "patrimonio de Galicia, España y de la Humanidad". También la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, expresó su confianza en las fuerzas de seguridad.
El deán de la Catedral y Archivero Mayor explicó que no recuerda cuándo fue la última vez que vio en su sitio el Códice Calixtino, "quizás hace un mes", señaló, si bien precisó que uno de sus colaboradores "está seguro de haberlo visto el jueves o viernes de la semana pasada, y en su sitio". También sostuvo que "todo el Cabildo se siente víctima de un gran atentado" e indicó: "Si sospecho de alguien, no lo digo".
El Códice Calixtino es una obra del siglo XII compuesta por cinco libros de temática variada pero con un solo objetivo, ensalzar la figura del apóstol Santiago. El manuscrito es el ejemplar más antiguo y completo de la obra denominada Liber Sancti Iacobi, de la que existen unas 200 copias históricas repartidas por toda Europa, entre ellas en Barcelona (procedente del monasterio gerundense de Ripoll), Madrid, Salamanca, Lisboa, Londres, Pistoia (Italia) y El Vaticano.
El más conocido y traducido de los libros que lo componen es el quinto, considerado una guía para el peregrino del Camino Francés a Santiago, y describe el recorrido de la ruta, sus pueblos y ciudades, sus gentes y costumbres, los santuarios que deben visitarse y cómo debe tratarse al peregrino.
Entre las voces expertas que se han pronunciado a raíz de este robo, figura la de la directora de la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca, Margarita Becedas, quien indicó que la alteración de los colores de las ilustraciones del Códice Calixtino y el desprendimiento de sus páginas son los principales riesgos que corre este manuscrito del siglo XII. Para el medievalista y catedrático de Latín de la Universidad de Santiago José Manuel Díaz de Bustamante, la obra "equivale", desde el punto de vista literario, a lo que el Pórtico de la Gloria representa en el aspecto artístico y monumental.