“Componer es hacer, no pensar” Robert Craft
La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas, de crear algo nuevo, de resolver problemas de una manera diferente. No cabe duda del papel de la creatividad en el proceso de composición musical. Componer es crear. Pero esta creatividad que a veces llega de manera inesperada y te arrolla como un torrente, otras veces se vuelve esquiva. Y entonces, te encuentras a ti mismo/a persiguiendo a unas musas caprichosas empeñadas en darte esquinazo insistentemente.
Los compositores (desde el más experto hasta el principiante) se encuentran a menudo con la imposibilidad de llenar un “papel en blanco” con la consiguiente frustración que ello les conlleva. Y dicha frustración, no ayuda precisamente al proceso de composición.
¿Qué podemos hacer entonces? ¿Cómo superar este vacío de ideas y desarrollar nuestra creatividad?
A la hora de crear, en este caso de crear música, la cantidad prima sobre la calidad. Cuantas más ideas tengamos, más probable es que entre ellas encontremos buenas ideas. Cuantos más temas creemos, más probable es que entre ellos encontremos buenos temas. Por supuesto queremos composiciones de calidad, pero para conseguirlas, debemos tener dónde elegir.
Compón, crea, pero no pienses, no juzgues (o más bien no lo hagas antes de tiempo). Elimina tus barreras mentales, olvida tus ideas preconcebidas sobre cómo debe ser una composicióny simplemente ¡crea! Asume que el resultado puede ser bueno o puede ser malo, pero en cualquier caso es un resultado. Cuando dispongas de suficiente material, ya habrá tiempo de valorar cuál es de calidad y cuál no.
El miedo al fracaso, al error, bloquea la mente. No cometer errores es imposible, pero los errores no son algo negativo en sí mismo, siempre y cuando seamos capaces de sacar provecho de ellos y aprender algo nuevo. No temas equivocarte, teme no aprender nada de tus errores.
El sentido del humor es un componente de la creatividad, ya que tiene la capacidad de desinhibirnos, y sólo en esta desinhibición es cuando somos capaces de generar ideas para nuestra composición. Una persona inhibida no es capaz de crear. Una persona que prejuzga sus ideas no es capaz de crear.
Es importante afrontar el proceso de composición de una manera positiva. ¿Crees que has compuesto el peor tema del mundo? Tal vez tengas razón, pero, no importa, porque en el proceso has aprendido y has entrenado tu creatividad. Ríete de ti mismo/a y sigue adelante. Pero guarda el tema en algún cajón. Tal vez mañana ese mismo tema te inspire para hacer algo brillante.
A veces lo absurdo y lo genial están sólo a unos milímetros de distancia. Rompe las reglas, juega, diviértete. Intenta introducir en tu composición algo que, a priori, no tenga mucho sentido. Y luego trata de darle sentido, fusiónalo, cambia el punto de vista, prueba otro ritmo, quizá otro instrumento… No te pongas límites y mantén los ojos abiertos. A tu alrededor hay montones de estímulos que pueden ser fuente de inspiración para tus composiciones: historias, sonidos, emociones… Aprende a observar, a ser curioso y a preguntarte en cada situación qué elementos pueden serte de utilidad.
Y ahora… ¿A qué esperas?
Fuentes: http://www.freedigitalphotos.net (imagen por domdeen)