Revista Cine

Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961

Publicado el 05 octubre 2011 por Truca
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
Gracias al blog Plumas de Caballo supe que este mes, y concretamente hoy día 5, se celebran los 50 años del estreno de Breakfast at Tiffany's y decidí retomar esta entrada que comencé a escribir hace ya varios meses pero que dejé solamente con un párrafo. Así pues, ¿qué mejor ocasión para escribir una entrada dedicada a esta película que para conmemorar el 50 aniversario de una las cintas más míticas del cine?
Y solo tengo una forma de empezar esta entrada y es haciendo una confesión: le debo esta entrada a Audrey Hepburn. En algunos comentarios de diversas entradas anteriores he dicho que este mito del cine no está entre mis actrices favoritas. Es cierto. Pero no con ello quiero decir que sea mala intérprete. Aunque también es cierto que como icono de modas me fascina (y en esta película aún más) quiero hacer esta entrada, la de su película más emblemática (y pese a que mis preferencias por otras actrices) para recalcar lo gran actriz que fue.
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
Holly Golightly (Audrey Hepburn) es una guapa, simpática y extravagante neoyorkina que lleva una vida llena de fiestas, saraos y por supuesto, hombres. Un día, se muda a su bloque de pisos un apuesto y guapo joven, Paul Varjak (George Peppard), escritor sin demasiado éxito, pero que mientras tanto vive de "prestar sus servicios" a una madura, atractiva y adinerada mujer (Patricia Neal). Sin embargo, entre ambos surge un flechazo casi al instante. Pero no lo tendrán fácil para acabar juntos, sobre todo cuando Holly conozca a un rico heredero brasileño (interpretado por el español José Luis de Villalonga).
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
La película está basada en la novela, o más bien un relato corto, de Truman Capote de mismo título, y del que pronto tanto Richard Shepherd como Martin Jurow compraron los derechos para llevarlo a la gran pantalla. El primer estudio al que se dirigieron fue Paramount Pictures, que enseguida dio luz verde. En esos momentos Audrey Hepburn estaba bajo contrato de ese estudio y los productores siempre la tuvieron en mente para interpretar el papel protagónico. En Paramount no estaban muy convencidos sobre si era oportuno o no que una dama angelical y dulce interpretara a una mujer a la que le daban 50 dólares por "ir al tocador"... Finalmente Audrey accedió a hacer el papel pero le puso una y mil pegas: para empezar, el personaje sería mucho más ingenuo y simpático que el del libro, cualquier atisbo de bisexualidad sería eliminado y nada de referencias explícitas a la prostitución. Esas fueron las principales exigencias de la actriz. Aunque a decir verdad, el director, Blake Edwards, tampoco quería la Holly del libro de Capote.
Pero, ¿estaba de acuerdo el autor del libro con los productores y el director? En principio no. Él quería a Marylin Monroe para el papel protagonista. Sencillo: pensaba que la rubia platino sí que interpretaría a la Holly del libro. Es más, cuando Capote se enteró de que la elegida había sido Audrey Hepburn dijo: "Paramount me ha traicionado en todos los sentidos."
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
Hablemos ahora del actor principal, George Peppard (que a pesar de estar muy bueno su presencia queda eclipsada por el destello de Audrey). Él también tenía un punto de ingenuidad que hacía que ambos formase una pareja de lo más angelical, casi divina. En un principio el director no lo vio adecuado, le caía bien, pero creía que no era apto para ese papel, y menos para dar la réplica a Audrey. Al final, lo contrató pues vio que hacían muy buena pareja. Y le vino de perlas, porque en cine poco más tiene que merezca la pena destacar (ni en TV tampoco, pues el Equipo A no podemos considerarlo como un producto de calidad...)
¿Y el resto del reparto?
Para el papel de la mujer madura querían a alguien con una sexualidad latente y con un fuerte carácter, y no hubo duda: Patricia Neal era la única opción.
Nos quedan el español José Luis de Villalonga, Buddy Ebsen y Mickey Rooney, el entrañable (y sufrido) vecino de Holly, y del que Blake Edwards confesó años más tarde que no hubiese deseado contratarlo, a pesar de la amistad, la admiración y el cariño que les unía, pero el director hubiese deseado contratar a un actor japonés.
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
"Oye aquí hay mucha gente, pero el director soy yo. Puede que no sea el mejor, pero es lo que hay", fue lo que le dijo un día Blake Edwards a Audrey Hepburn en pleno rodaje, pues a pesar de que ambos ensayaban las escenas por la noche, a la actriz le daba consejos todo el mundo y hacía caso de todos ellos menos de los del director. Desde entonces su actitud cambió, y confió en él en todo momento.
"Era fácil visualizar lo que hacía... era una dama espectacular", Blake Edwards sobre Audrey Hepburn.
El guión, adaptado por George Axelrod, fue del agrado del director y de todos los actores en todo momento. Y tanto él como el propio Blake Edwards fueron improvisando escenas sobre la marcha, concretamente la divertida fiesta que da Holly en su apartamento. Los extras confesaron años más tarde que sobre la marcha se les iba diciendo lo que tenía que hacer, los actores principales o bien obedecían órdenes o bien seguían el juego a los extras, por lo que la sensación de "desfase" es estupenda.
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
Retomemos el personaje de Mickey Rooney, personaje controvertido donde los haya, pues encarnaba todos los estereotipos que la sociedad norteamericana tenía de los asiáticos; e incluso a partir de la década de los 90, numerosos grupos de defensa de los Derechos Civiles han protestado una y otra vez por este personaje, considerando que nos es más que una caricatura con tintes racistas.
El propio actor confesó que, aunque se divirtió mucho encarando a este personaje, de saber que se habría ofendido tanta gente, jamás lo habría hecho.
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
Por una de las cosas que más destaca la película es por la maravillosa canción Moon river de Henri Mancini y aquí canta con mucha gracia Audrey Hepburn (aunque permitidme decir que prefiera la canción original). De hecho, de las cinco nominaciones (entre ellas Mejor actriz principal, Mejor dirección artística y Mejor guión adaptado)que obtuvo el film, los dos únicos en los que resultó vencedora fue en los de Mejor Banda Sonora (para una película no musical) y Mejor canción.
"Cuando vi la película por primera vez con público, estábamos en un pre-estreno y el director de la empresa dijo: 'Le diré algo: podemos deshacernos de esa canción. Por suerte, Audrey se levantó y dijo: 'Por encima de mi cadáver'", Blake Edwards.
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
Otro de los protagonistas de la película es sin duda alguna el gato, que por lo visto la famosa canción de Phoebe Buffay "Smelly cat" debió estar inspirada en él, porque según cuenta el director de la película el olor que desprendía el animal era insufrible, y ese hedor llegó a su punto álgido durante la famosa escena final, con la lluvia. "No entiendo como Audrey podía acercarse el animal a la nariz para abrazarlo", confesó el director.
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
"Audrey Hepburn tenía una belleza y una chispa que la hacían realmente encantadora, y parte de la magia de la película se debe a su protagonista y a que ya no se hacen películas como esta", una extra de la fiesta en el apartamento de Holly.
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
Hablemos ahora de una de las cosas que más brillan en esta película y que en mi opinión han ayudado a que Audrey Hepburn se convierta en un símbolo de sofisticación, elegancia y glamour: el vestuario. La actriz no se caracteriza por tener (lo siento por sus fans) un tipazo ni mucho menos, tiene pinta de muchachito, pero muy femenina, lo que supuso un contrapunto a actrices como Elizabeth Taylor, Grace Kelly, Ava Gardner, Rita Hayworth o Marylin Monroe, mujeres con una feminidad mucho más evidente. Es más, uno de los productores de Desayuno con diamantes la definió como "guapa, aunque sin una belleza evidente".
Aunque eso sí, Audrey estaba al tanto de lo que hacían en París los modistos franceses y conoció entonces a un joven diseñador que comenzaba a despuntar y del que ya no se separaría jamás: Hubert de Givenchy. Una anécdota muy conocida por todos, es esa en que la secretaria del diseñador le dijo "Miss Hepburn, le espera fuera" y él, muy decido, salió esperando encontrarse a Katharine Hepburn... y se encontró con una flacucha muchachita que no conocía y que le solicitaba unos vestidos. Givenchy, un poco decepcionado, le dijo que no disponía de tiempo para atenderla; "No le molestaré, quiero ver vestidos de la temporada pasada". Esos vestidos (tres en concreto) los luce en la película Sabrina
A partir de entonces, la actriz sólo confiaría en él, quien a su vez la convertiría en su musa.
"Esa ropa era mucho más que moda. Era una especie de armadura de amor. Algo que le permitía ir bien vestida" Sean Ferrer (hijo de Audrey); "Siempre me gusta decir que era un paquete de perfectas imperfecciones: se veía con un chichón en la nariz, muy delgada, unos pies enormes para su talla... pero creo que la auténtica definición de su belleza es saber que no eres perfecta ni especial" Sean Ferrer.
Mi defnición de la belleza de Audrey es simple: una chica muy mona con mucho ángel.
Siempre se compraba los zapatos medio número más grande del suyo, pues pensaba que así le durarían más, cosa que nunca imaginaríamos de un icono de modas, pero en ella se ve bien, porque la accesibilidad de su belleza (tipo vecina de al lado) es lo que atrae de ella. Era práctica, y esa practicidad es lo que ha hecho que su imagen funcione.
Por partes, la imagen de Audrey Hepburn fumando un cigarrillo en el palito ese largo es una de las más icónicas del s.XX y ese espectacular vestido negro que lleva al inicio de la película fue subastado en aproximadamente 950.000 dólares (siete veces por encima de su precio de salida).
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
Sin embargo, y aunque en sus películas la veamos llevar unas creaciones dignas de una diosa, lo que a ella más le gustaba era ir en vaqueros y un simple polo, y colores tipo beige, marrón, negro, azul, blanco... colores y formas sencillas (odiaba los estampados grandes). Un icono de la sencillez, pero a la vez icono de la fidelidad a un estilo.
Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
Para el 150 aniversario de la firma, Tiffany&CO;, pidió a la actriz que escribiera una carta en la que expresara sus sentimientos hacia la firma, como prefacio para un libro que se editaría sobre la compañía. Reza así:
"Querido Tiffany, algo bello es una alegría eterna, por eso el brillo de las obras de Tiffany's permanece inalterado. Durante 150 años tu nombre ha sido sinónimo de belleza, estilo, sofisticación, calidad y constancia. Nos has iluminado con tus joyas, iluminando nuestras casas con tus lámparas y nuestras mesas con tu plata, dando distinción a nuestras vidas... y sin duda me la diste a mi al invitarme a desayunar, ¿cuántos pueden decir que han tomado café y croissants en Tiffany's?
Feliz cumpleaños, querido T., con cariño pero también con envidia, porque tras 150 años no tienes arrugas, pero es que la clase no tiene edad.
Tu devota amiga, Audrey Heburn."

Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961
Hasta la próxima entrada corazones.

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