Facebook es la red social con más usuarios en la actualidad. Esto la ha convertido en una mina de oro en la que sus usuarios son los que le producen a la larga sus beneficios. Pero para obtener esos beneficios debe de conocer su entorno y los gustos e informaciones personales de sus usuarios, eso lo convierte en una clase de gigante tecnológico obsesionado en lo que realizas en la web.Si usted se siente protegido, aquí le presentamos lo que hasta ahora se sabe de lo que hace Facebook con sus datos personales.
Mantendrá siempre tus datos, aunque borres tu perfil
Puedes salir de la red social, pero la única manera de que desaparezcan todos tus datos es borrar uno por uno cada uno de los vídeos, fotos o comentarios que has compartido en tu perfil desde que empezaste a usar Facebook. La política de privacidad advierte de esto: «Incluso tras haber eliminado la información de tu perfil o tras haber borrado tu cuenta, es posible que alguna copia de dicha información permanezca visible en algún otro lugar«.
Eso sí, tu nombre de usuario dejará de estar asociado a esa información aunque podría seguir apareciendo, pero su autor sería un «Usuario de Facebook anónimo». Asimismo, hay tipos específicos de comunicaciones que no pueden eliminarse nunca como los mensajes.
Facebook puede también conservar algunos datos para evitar robos de identidades o conductas inadecuadas aunque se hayan eliminado las cuentas. De hecho realiza «copias de seguridad» en las que almacena la información de las cuentas eliminadas durante un máximo de 90 días.
Sigue tus movimientos en toda la Red
Al iniciar sesión desde un ordenador, ‘tablet’ o teléfono con conexión a Internet, Facebook puede tener acceso a la información de dicho dispositivo (tipo de navegación, ubicación y dirección IP) y a las páginas que se visiten desde éste. Es decir, la red social no sólo sabe desde donde te has conectado, sino que además te ‘sigue’ por toda la Red. ¿Nunca te has preguntado por qué después de buscar una colonia en Internet por arte de magia aparece en Facebook un anuncio de ese mismo producto? La respuesta son las cookies.
La web de Zuckerberg utiliza esas cookies para saber cuándo estás visitando webs o utilizando aplicaciones que incluyen su widget o su botón de compartir. A veces, aunque no autorices a estas páginas para suministrar tu información a la red social, es posible que aun así reciba «una cantidad limitada de información» acerca de lo que estás haciendo allí.
Si permites que «todos» en Facebook te vean, corres ciertos riesgos
Cuando configuras tu privacidad para que «todos” puedan acceder a tu información es como si abrieras las puertas de tu casa a todos los que quieran entrar. Amigos, conocidos, desconocidos, personas no registradas en Facebook y motores de búsqueda podrán ver tus datos.
Esto significa que tu información «puede asociarse contigo fuera de Facebook (…?) y puede ser importada y exportada por nosotros o por otros usuarios sin limitaciones de privacidad». Además, si borras dichos contenidos compartidos con «todos» desaparecerán de tu perfil, pero Facebook no es capaz de controlar si son usados por terceros, por lo que puedes seguir apareciendo en cualquier buscador aunque tu perfil no esté activo.
Pueden convertir tus preferencias en un anuncio para tus amigos
Si ‘te gusta’ una página autorizas automáticamente a Facebook a mostrar tu nombre y tu foto al lado de un anuncio de dicha fan page para que lo vean tus amigos. Es lo que se llama «historias patrocinadas», anuncios que se convierten en ‘recomendaciones personales’ que haces a tus contactos.
Puede que no te moleste si tu sueño siempre ha sido ser el protagonista de alguna campaña publicitaria importante, pero si quieres evitarlo puedes ponerte en contacto con la red social para que no usen tus datos en este tipo de anuncios.
Hay datos que nunca podrás ocultar y otros que no sabes que Facebook tiene
Tu nombre, foto de perfil, amigos, paginas a las que has dado «me gusta», tu sexo y las redes a las que perteneces son públicas, cualquiera puede ver esa información esté o no registrado en la red social y no podrás evitarlo. Lo único que puedes controlar es que esa información no aparezca en los motores de búsqueda a través de tu configuración de privacidad. T
También hay datos que das y no sabes que estás proporcionando. Este es el caso de los metadatos de las fotos o vídeos que subas a la Red. Éstos son informaciones que se ‘adhieren’ a los contenidos multimedia y que, dependiendo del dispositivo con el que se hayan tomado, pueden incluir la localización, hora, día, tipo de cámara, formato del archivo, etc. Facebook guardará por defecto tus metadatos y si no deseas que los guarde tendrás que estar atento y eliminarlos antes de cargar el contenido
Puede que no lo sepas, pero estás dando tu consentimiento
Cuando solicitas a través de Facebook muestras gratuitas de un producto estás dando tu consentimiento para que tus datos personales lleguen a las empresas que se anuncian en la red social. Esta es sólo una de las formas que tienes de «consentir» que tus datos lleguen a terceros. En todo caso, sólo se comparte tu información cuando Facebook cree que dicha acción está permitida por ti. Otra forma de hacer que tus datos lleguen a las compañías es hacer click en los anuncios que aparecen en tu página de Facebook. «Existe la posibilidad de que el anunciante pueda colocar una cookie en tu navegador y tomar nota de que cumple los criterios que ha seleccionado».
Aunque no estés o hayas estado en Facebook, Zuckerberg puede saber cosas de ti
Quizás nunca te hayas registrado en Facebook, pero ellos pueden tener información tuya, aunque sea mínima. Si un usuario proporciona tu dirección de correo para invitarte a formar parte de la mayor red social del mundo, tu email quedará grabado en la base de datos de la compañía. Eso sí, podrás hacer que lo eliminen desde la página de ayuda del sitio web. Controla todo lo que publicas en Internet, no sabes dónde puede ir a parar ni quien puede utilizar tus datos. La propia red social advierte de estos riesgos afirmando que te permiten «definir opciones de privacidad, pero ninguna medida de seguridad es perfecta ni impenetrable».