Comienza el cambio de estación y en función de como estén nuestras defensas, nuestro nivel de estrés y sobre todo, nuestra nutrición, podremos defendernos mejor ante la llegada de nuevos virus o bacterias.
Pero ¿Qué podemos hacer nosotros?
Como decía, la alimentación, es una clave primordial de cara a prevenir enfermedades típicas de esta época del año. Los estudios sugieren que una dieta adecuada, previene los resfriados y gripes, y también ayuda a aliviarlos y recuperarnos más rápido una vez que caemos enfermos.
Se ha visto que las personas que no cuentan con los nutrientes fundamentales en su dieta y, de acuerdo a sus características personales, tienen más predisposición a desarrollar infecciones. El estrés es otro factor de riesgo, ya que hace que las defensas del organismo funcionen peor o bajen, y por supuesto, también hay que estar mas atento a los contagios, cuidar nuestra higiene, procurar lavarse bien las manos y ventilar espacios cerrados expuestos a toses y estornudos.
Pues bien, una dieta equilibrada para reforzar nuestro organismo debería contener:
Vitamina C. La vitamina C está presente en numerosas verduras y frutas.Los vegetales más ricos en vitamina C son los de colores mas vivos, y las frutas ácidas (frutos del bosque, cítricos, kiwis, frutas tropicales)
Si tienes alguna de estas condiciones necesitarás un suplemento mayor de vitamina C:- durante un esfuerzo físico,- con el estrés,- con el tabaco,- con las infecciones y estados gripales,- con todas las formas de contaminación,- con la toma de determinados medicamentos (píldora anticonceptiva, aspirina...),- con la diabetes,- con factores de riesgo cardiovasculares o de cáncer.
Vitamina A; Se puede tomar su precursor ( betacaroteno ) y está presente sobre todo en las verduras y las frutas coloridas amarillo, verde o naranja. En estado puro la vitamina A también se encuentra en los alimentos de origen animal como aceite de hígado de bacalao, hígado de pescado, hígado de vaca, cerdo, leche y queso enteros, mantequilla, huevos y pescado.
Probióticos; Alimentos que contienen microorganismos vivos que ingeridos en cantidades adecuadas, mejoran la salud gastrointestinal y aumentan la fuerza inmunológica. Se encuentran en yogures, derivados lácteos y fermentados, entre otros productos como aceitunas, soja, etc.)
Hierro; es un mineral indispensable para la vida que permite tener una sangre saludable. Se puede incorporar por fuentes de origen animal o vegetal (el hierro hemo o de origen animal se absorbe mejor en función de la presencia de vitamina C, el te, café y alimentos integrales, dificultan su absorción )
Zinc; Su deficiencia puede hacernos susceptibles a infecciones. Se encuentra en frutos secos, carne magra, y lácteos fermentados. Interviene en los procesos de inmunidad.
Acido fólico. La deficiencia de esta vitamina está muy extendida, debido a diversas causas y necesidades especiales. Los alimentos más ricos en esta vitamina son: la levadura, el hígado, las verduras (en particular las de color verde oscuro), las judías y el germen de trigo. También se encuentra en los huevos, las legumbres, el queso, la carne, la leche, el zumo de naranja y el pan integral.
¿Has tomado nota?
Pues ahora, incluye con regularidad estos alimentos en tu dieta, ya no tienes excusa para prevenir esos catarros.!!