Intrépidos, aventureros y con muchas ganas de descubrir lugares son los ingredientes necesarios para que una persona busque descubrir el Camino de Santiago. Hacer el camino es una de las opciones que cada vez hacen más personas. De todas las edades y por diferentes motivos, la realidad es que anualmente encontramos cada vez más peregrinos que quieren descubrir qué les depara por unos días hacer el Camino de Santiago del Norte desde Bilbao hasta Santander. Las costas, la gastronomía, las gentes y los pueblos que encuentran a su paso son el motivo principal por el que la gente decide hacerlo por esta zona. Sin embargo, ¿cuáles son los motivos generales por los que es una buena idea optar a hacer el Camino? En este artículo desvelamos cuáles son.
Las redes sociales son muy útiles para conocer a la gente. Sin embargo, se hace a golpe de clic y la verdad es que es aconsejable conocer a las personas en el tú a tú. Por esa razón, el Camino de Santiago del Norte es la mejor manera de conocer nuevas amistades o, quién sabe, el amor verdadero. Muchos intrépidos se aventuran a hacerlo en soledad, dejándose encandilar por las sorpresas que les deparará el camino y, en ciertas ocasiones, han llegado a gustarse y posteriormente, enamorarse.
Otra de las razones es vivir con el desapego. Es decir, aprender a vivir con lo mínimo y valorar las cosas como nunca antes de había hecho. La mochila no deberá pesar en exceso, por lo que buscaremos incluir únicamente lo necesario, desechando muchas cosas que no son de utilidad. Este hecho nos puede hacer reflexionar sobre ello.
Decir adiós a la tecnología también está obteniendo cada vez más popularidad, debido a que los smartphones se han convertido en uno más de la familia. El Camino sirve para desconectar y, si nos costase, la verdad es que en muchas zonas la cobertura es complicada, por lo que nos veremos prácticamente obligados a ello.
Encontrar paz es un motivo de peso también. Una pérdida, un desamor o una ruptura de una amistad explican la necesidad de sanar la mente y el espíritu a través de esta aventura. Reflexionamos, lloramos y aprendemos a hacernos fuertes, ya que nos encontramos solos hacia la meta y en muchas ocasiones pensaremos sobre todo ello.
Valoramos también la naturaleza, ya que será nuestra fiel compañera y nos encandilará con toda su magia. Noches de estrellas, ríos que relajan con solo verlos, montañas únicas o animales maravillosos son algunos de los ejemplos en este caso.
Ponerse en forma es otra de las razones. Al ir caminando gran cantidad de kilómetros, no solo perderemos peso, sino que también fortaleceremos diversos músculos, aumentaremos nuestra resistencia y superaremos el dolor.
Por último, encontramos el sentimiento de haber llegado y superado la meta. A nivel mental es una sensación única y sentir que hemos alcanzado el objetivo nos conseguirá emocionar. Ahora que sabemos cuáles son las razones, solo depende de nosotros ponernos en marcha y hacer un Camino que es posible, nos cambie la forma de concebir la vida.