Piel normal
- Características: Ésta es la piel que todas querríamos tener pero que, por desgracia, sólo unas pocas afortunadas poseen. Este tipo de piel no presenta sequedad ni tirantez en ninguna zona y tampoco exceso de grasa.
-Cuidados: Aunque es una piel bastante agradecida se recomienda aportar hidratación sin aceites y exfoliarla para que su proceso de renovación celular siga siendo óptimo.
A la hora de limpiarla también es mejor evitar el uso de productos con aceites.
Piel seca
- Características: Sensación de piel tirante e incómoda en todas las zonas. Sequedad que puede estar acompañada de descamación y parches de deshidratación (zonas más rugosas y sensibles donde se nota más la falta de hidratación).
- Cuidados: A la hora de limpiar, lo más adecuado es una limpiadora que sea hidratante.
Y en cuanto a la hidratación, lo que necesita este tipo de piel son productos emolientes y nutritivos ya que, gracias a su fórmula a base de aceites, nos ayudarán a retener el agua, algo muy importante teniendo en cuenta que el principal problema de la piel seca es que no produce suficiente grasa.
Piel mixta
- Características: La piel es más seca en las mejillas y grasa en la denominada zona "T" (frente, nariz y barbilla).
- Cuidados: Es muy importante escoger tratamientos que hidraten sólo en las zonas secas pero que controlen la grasa en la zona "T".
Lo ideal sería aplicar productos específicos para cada una de las zonas pero hoy en día existente tratamientos específicos llamados "inteligentes" que nos facilitan la tarea.
Piel grasa
- Características: La piel presenta exceso de grasa y brillo en todas las zonas del rostro, los poros suelen estar dilatados y su obstrucción produce la aparición de granitos.
- Cuidados: Todos los tratamientos que usemos deben ser 'Oil free' (libres de aceites) y no comedogénicos.
Y, al contrario de lo que se suele hacer, deberemos evitar productos astringentes para evitar un efecto rebote en la piel que conlleve la aparición de más grasa.
Piel sensible
- Características: La piel sensible puede presentar rojeces, irritación, descamación, picor e incomodidad.
Estos síntomas de sensibilidad pueden aparecer en todo tipo de pieles ya sean secas, mixtas o grasas. - Cuidados: Para cuidar este tipo de piel deberemos usar productos hipoalérgénico, sin perfume, sin aceites y con protección elevada. Además, debemos huir de los productos que contengan alcohol e ingredientes petroquímicos o sintéticos. ¿Cuál es vuestro tipo de piel? Fuente: Rodríguez Abad, Marisa. 2013. Un encanto (im)perturbable, edición 2013. Rojo de Fassi.