Dos estudios genéticos explican la correlación entre los portadores del gen del pelo rojo y los cánceres por exposición al sol.
Las personas pelirrojas expresan un gen llamado MC1R y esto los hace más vulnerables a los daños de la radiación solar. Así lo han confirmado dos estudios recientes sobre la susceptibilidad de manifestar cáncer de piel.
El gen en cuestión se hereda de los padres (ambos padres) y son los responsables de que aparezca el pelo rojo, pecas y la piel blanca como la leche. Pues a parte de estas características de sobras conocidas ahora se sabe también que estas personas tienen el doble de riesgo de padecer un melanoma incluso independientemente de la exposición al sol. Y no sólo eso sino que aquellos que heredan un alelo (sólo un gen de uno de los padres) y no necesariamente tienen el pelo rojo, tienen aún un mayor riesgo de daño solar y por lo tanto de sufrir cáncer comparado con los que que no son portador de este alelo.
De hecho, hace tiempo que se sabe que las personas pelirrojas tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel como carcinoma de células basales, carcinoma de células escamosas y melanomas pero no se sabía el porqué. Os recomiendo leer el artículo 10 alimentos para combatir y proteger del cáncer.
Los responsables del bronceado de la piel son pigmentos, la melanina concretamente, cuya producción está ligada al gen MC1R (és un receptor de la melanocortina 1). Este gen que controla el equilibrio de dos hormonas:
- la eumelanina (marrón oscuro o negro),
- la feomelanina, (rojo-naranja).
El gen MC1r presenta más de 30 alelos diferentes con mutaciones, algunas de las cuales se definen como alelo R. Estos causan la pérdida de la función del gen MC1r. ¿Qué significa eso? Que si se pierde la función del MC1r aumenta la producción de feomelanina. Recordad que es la hormona que aporta un tono rojo-naranja. Ya se había asociado esta hormona en los años 90 con el pelo rojo, la piel blanca y la menor protección contra el sol. Ahora se confirma que así es.
Pero hay que recordar que cada individuo tiene dos copias de cada gen. Una heredada del padre y una de la madre (a excepción de los machos con los cromosomas sexuales, X e Y, que tienen sólo una copia). Sólo aquellos con dos copias del alelo R tienen el pelo rojo pero el color del pelo no se da por una sola copia del mismo alelo en el caso de color rubio o negro.
Un estudio publicado en abril en la revista JAMA Dermatology estudia la correlación entre la exposición al sol y el cáncer de piel. Dedujeron que para cánceres como carcinoma de células escamosas o de células basales hay una relación estricta entre la exposición solar y sufrir este tipo de tumores. Pero no fue tan evidente la relación entre la pérdida de la función del gen MC1r y los melanomas…
A partir de estudios realizados en ratones se vio que sí se daban más casos de cáncer en aquellos que perdían esta función y la exposición al sol pero no sólo con el sol. También aumentaban los casos de cáncer incluso en los ratones que nunca vieron el sol pero les faltaba la función del gen. Es decir, que el sólo hecho de ser pelirrojos ya los hace más susceptibles de sufrir un melanoma y más aún si se exponen al sol. También os recomiendo leer el artículo Descubren las armas con las que el cáncer vence a los fármacos.
En humanos es algo más complicado de estudiar porque no hay a penas personas que no salgan de su casa nunca en la vida pero se ha intentado ver la relación con otro tipo de estudios. Los investigadores estudiaron a 991 pacientes con melanoma y 800 sujetos control para buscar la asociación entre las quemaduras solares y los signos severos de daños solares en la piel con riesgo de sufrir melanoma. En este caso no tuvieron en cuenta la genética de los pacientes. Se vio que era suficiente con padecer 12 episodios de quemaduras solares durante toda la vida o con 10 o más episodios antes de cumplir los 20 años para duplicar el riesgo de melanoma.
Luego estudiaron el gen MC1R de los mismos pacientes. Vieron que la presencia de alelos R se asoció significativamente con el riesgo de melanoma. Incluso aunque no hubiera antecedentes de quemaduras anteriores y aunque la piel no tuviera signos visibles. Aquellos que portaban uno o los dos alelos del gen tenían el doble de riesgo de enfermar que los no portadores del gen mutado.
Es decir, la probabilidad es parecida entre los pelirrojos por el simple hecho de tener este gen y las personas que no tienen los alelos pero se han quemado varias veces a lo largo de su vida.