Científicos del Observatorio Europeo Austral han identificado una pareja de estrellas a 7.000 años luz de la Tierra que les ha ayudado a probar la teoría de la relatividad de Einstein
en un lugar hasta ahora inédito y en condiciones de fuerza de gravedad
extremas, informó este jueves la institución científica desde su sede en
Garching, al sur de Alemania.
John Antoniadis, del Instituto Max
Planck de Radioastronomía en Bonn (Alemania) ha podido poner a prueba
esta teoría en condiciones extremas, con el estudio de esta estrella masiva de neutrones
- el tipo de estrella de mayor densidad - con una fuerza de gravedad
extremadamente potente en su superficie y que junto con su compañera,
una estrella enana blanca, tardan unas dos horas y media en orbitar una a la otra.
En un sistema de este tipo, las órbitas se modifican por la emisión de
ondas gravitatorias que restan energía al conjunto, por lo que ambas
estrellas se acercan entre sí. Estas ondas pudieron ser estudiadas por
los astrónomos mediante el Telescopio VLT (Very Large Telescope) en
Chile, el de Apache Point en México y el Herschel de las islas Canarias
(España).
Los radiotelescopios Arecibo de Puerto Rico y
Effelsberg de Alemania proporcionaron además datos vitales sobre los
cambios sutiles en la órbita de esta pareja de estrellas, afirma el
estudio, publicado este jueves en la revista Science.
Bajo las condiciones extremas de este sistema, bautizado PSRJO348+0432,
algunos científicos pensaron que la Teoría General de la Relatividad
podría no predecir con precisión la cantidad de radiación gravitatoria
emitida y por tanto el ritmo del modificación de la órbita.
"Pensamos que este sistema podría ser lo suficientemente extremo como
para mostrar un fallo en la Teoría General de la Relatividad, pero en
vez de ello, las previsiones de Einstein se mantuvieron bastante bien",
señaló otro de los autores, Paulo Freire, del Instituto Max Planck.
La Teoría de la Relatividad General de Einstein,
que explica la gravedad como una consecuencia de la curvatura del
espacio-tiempo creada por la presencia de masa y energía, ha superado
todas las pruebas desde que fue publicada por primera vez hace casi cien
años.
La estrella de neutrones es un púlsar que emite ondas de
radio que pueden ser captadas desde la Tierra por los radiotelescopios,
lo que la hace sin duda interesante pero, además, se trata de un
laboratorio único para poner a prueba los límites de las teorías
físicas.
Este pulsar, resultado de una explosión de supernova,
es dos veces más pesado que el Sol pero tiene sólo 20 kilómetros de
tamaño, y la gravedad en su superficie es más de 300.000 millones de
veces más fuerte que la de la Tierra.
Su compañera, la estrella
enana blanca, es el brillante resto de una estrella mucho más ligera que
ha perdido su atmósfera y se está enfriando lentamente.
Fuente: lavanguardia
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