Una de las grandes preguntas qué existen actualmente en el mundo de la reproducción es como es posible que la madre tolere al embrión. Si al embarazo le quitamos todas las capas del romanticismo y poesía que hemos fabricado tras muchos siglos, no es difícil imaginar al embrión como un parásito. De hecho el embrión sólo comparte la mitad de la información genética con la madre. La otra mitad pertenece al padre. Y encima se ha mezclado en lo que conocimos como meiosis. La meiosis no es más que la mezcla de los genes de los progenitores con la finalidad de llegar un nuevo producto con nuevas características. El sistema inmunitario de la madre debería ven el embrión como a un enemigo. El hecho de que eso no pase es un campo de estudio muy interesante.
Espermatozoide a punto de dar el gran paso.
Aproximadamente un 75% de las fecundaciones no llega implantarse en el útero. Y por esa razón no serán consideradas embarazos. Aproximadamente entre un 1 y un 2% de mujeres tiene más de tres abortos espontáneos. Por eso, es tan importante desde el punto visto médico y social saber cuáles son los factores que favorecer la implantación del cigoto (el cigoto es el primer paso en el desarrollo del embrión después de la fecundación).
Se sabe desde hace tiempo que el semen masculino contiene factores que favorecen la implantación del cigoto haciendo que el sistema inmunitario de la madre lo tolere. Esos factores eran desconocidos hasta ahora. Recientemente, un equipo de investigadores coreanos han descubierto uno de los factores que favorecen la implantación. Para que el cigoto no sea rechazado por el sistema inmunitario de la madre es necesario una serie de mecanismos. Uno de esos mecanismos es que aumente un tipo de células (linfocitos T reguladores) encargadas de la regulación de la actividad del sistema inmunitario. Estos linfocitos T reguladores lo que hacen es inhibir la actividad inmunitaria de las otras células, evitando el rechazo del cigoto. El factor necesario para activar la tolerancia en el sistema inmunitario de la madre es la proteína CD-38 soluble. En una serie de experimentos realizados con ratones los autores demuestran que la proteína CD-38 es muy importante para implantación. Ratones que carecen de dicho proteína sufrieron más abortos espontáneos que los ratones que tenían dicho proteína. Además si a ratones que carecen la proteína CD-38 se les añade de manera artificial, éstos pasan tener el mismo porcentaje de embarazos que ratones que la poseen.
Divisiones y nombres del cigoto.
Estos nuevos descubrimientos podrían representar una oportunidad de oro para aquellas parejas que han sufrido varios abortos espontáneos y que por desgracia sean clínicamente estériles. Un fármaco conteniendo la proteína CD-38 podría evitar que dichos abortos, favorecer la implantación ya su vez la consecución del embarazo. Además conociendo el mecanismo por el cual ese de CD-38 actúa se podría diseñar un fármaco que realizará dicha función. También sería importante estudiar si parejas con problemas en la implantación tienen algún defecto con la proteína CD-38 o con el mecanismo que ésta usa para activar la tolerancia en la madre.
Referencias.
Proc Natl Acad Sci U S A. 2015 Jan 15. pii: 201413493
P.S. a partir de hoy, y hasta que nos den un toque, se compartirán los artículos
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