Y cómo no podía ser de otra manera, no podemos dejar pasar la oportunidad de acordarnos de nuestro compañero más veterano: Antonio Pérez Ruiz. Antonio cumplirá en este año los 60 años, y comenzó a hacer espeleología en el año 1978 (hace 42 años), siendo el socio-fundador y el primer presidente del G.E.V.
Antonio es la persona que tira del carro del G.E.V. y es el principal baluarte de nuestro colectivo. ¿A quién no le ha contado sus anécdotas de la mili, sus chistes malos y chascarrillos de antiguas aventuras haciendo espeleología? Cuánto se echa de menos, ¿verdad? Antonio es carpintero de profesión, fue un deportista nato en su juventud, amante de la cultura y la historia de Villacarrillo y de La Comarca de Las Villas, defensor a ultranza del medio ambiente sin ser extremista y amigo de sus amigos.
Nuestro veterano es un incansable de la sierra, de los pateos y también nos presiona para hacer todo tipo de actividades, que no paremos en casa y que sigamos haciendo actividad física (aunque estemos confinados). Para quien no conozca a Antonio (que creemos que será muy poca gente), podíamos definirlo como trabajador nato, sincero a reventar, meticuloso, gran organizador y algo cansino (sufrimos mucho las presiones de los trabajos que todavía nos quedan por realizar: libros, publicaciones, exploraciones, campeonatos...).
Hace ya más de 15 años que viene diciendo que se jubilaría, pero ahí está el tío... dando mucho juego. ¡Qué sería de la Espeleología en Villacarrillo o en Jaén o en Andalucía sin Antonio! Gracias a él, gran cantidad de espeleólog@s desde edades tempranas, se han aficionado a este deporte y siempre ha apostado con energía de la práctica deportiva de la espeleología sin dejar de lado el lado científico.
Antonio, alma máter de multitud de cosas en Villacarrillo, aunque bajo nuestro punto de vista no se ha tenido mucho en cuenta a la hora de valorar los reconocimientos de los villacarrillenses, está siempre para lo que se le necesita. ¡Te echamos mucho de menos Antonio! Cuéntanos otra de tus historias... seguro que esta vez te escuchamos como si no la hubieras contado nunca. Pronto nos veremos.