Como que ya sabéis los que nos seguís, Londres es una ciudad que nos encanta, y siempre que podemos hacer un viajecito a esta gran ciudad no lo dudamos ni lo más mínimo.
En esta ocasión subimos un fin de semana para darle una gran sorpresa a alguien que queremos mucho y a la cual hace mucho tiempo que no vemos, nuestra querida Nuria, además como tenemos la suerte de tener a nuestros amigos Adri y Lupe allí viviendo en esta ocasión el alojamiento será su casa.
Este viaje no es de turismo, dado que los puntos esenciales a visitar de Londres ya los conocemos, pero como todos sabéis esta ciudad es muy grande y siempre hay cosas que descubrir. En esta ocasión viviremos 4 momentos nuevos en esta ciudad. El primero, ver a Vetusta Morla en concierto fuera de casa, en el país de la música por excelencia, el segundo será una visita al Royal Opera House, el tercero será una visita a uno de los sitios que aún no hemos visitado en Londres, St.Katherine Dock´s (Los muelles de Santa Katerina) y el cuarto será conocer la zona de Brick Lane.
Como sabéis Reino Unido ha generado grandes grupos musicales a lo largo de la historia, y aquí la música se vive de otra forma muy distinta a la que se vive en nuestro país. Aquí los niños desde pequeños tiene clases de música en el colegio, y no ese tipo de clases que nos enseñan a nosotros, nada de cuatro notas y la flauta, no, no, aquí desde pequeños empiezan con la guitarra, batería y todo tipos de instrumentos, de ahí que generen grandes talentos en este ámbito. Pero nosotros venimos a ver a un grupo español que toca en una sala británica, somos grandes admiradores de su música. Así que el viernes noche iremos a la sala The Coronet en el distrito de Southwark que es donde dan el concierto. Esta zona no la conocemos y poco vamos a ver de ella dado que únicamente vamos al concierto. La sala parece un antiguo teatro pero la verdad es que no tenemos ni idea. El concierto transcurre sin ninguna connotación a destacar, lo único a anotar es que este no es el mejor concierto que hemos visto de Vetusta Morla, de hecho podemos añadir que ha sido el peor, no sabemos si ha sido por la sala o por la larga lista de conciertos que lleva el grupo últimamente pero no ha sonado nada bien. Con todo y con eso siguen siendo muy buenos y seguiremos viéndoles sin duda alguna.
El sábado tendrá de especial una visita al Royal Opera House que como sabéis se encuentra en el distrito de Covent Garden. Otra de las particularidades de este país es la gran oferta que tienen en espectáculos, musicales, operas...cómo comentábamos antes en este país hay muchísimo interés por la cultura. Nosotros no somos aficionados a la opera, pero dado que el edificio es una maravilla, y aquí puedes entrar en la ópera por precios que van desde las 4 libras, no lo dudamos ni un segundo. Realmente la intención era ver eso, una opera, pero para ese día están agotadas ya, así es que Lupe saca entradas para el ballet. Ni que decir tiene que tampoco tenemos ni idea de ballet pero ante todo vamos a eso, a ver el edificio por dentro. Y cuándo entramos nos quedamos locos, sin duda hay que verlo, porque es una auténtica maravilla. Consta de 4 plantas con palcos y la galería superior, que es evidentemente y por el precio que hemos pagado donde se encuentras nuestros asientos. Pero aunque sea la última planta y la visibilidad del escenario sea parcial dado que estamos en un lateral y no de frente, simplemente por tener tan cerca la pedazo de cúpula que lo alberga es una maravilla. La combinación de dorados y los terciopelos rojos que caracteriza a cualquier teatro está hecha en la justa medida para que no sature, uno no se empalaga al mirar, no es rimbombante ni cargante, al revés, todo está totalmente armonizado. En definitiva, si podéis no dudéis en visitar esta maravilla, además tenemos que añadir que finalmente el ballet nos encantó, fueron 4 actuaciones distintas y la última en plan obra de teatro pero como es de suponer todo bailado y ningún diálogo, y oye, ¡es increíble cómo habla la música!
El domingo por la mañana lo vamos a dedicar a visitar los antiguos muelles de St. Katherine o St.Katherine Dock´s. Hemos visto por Internet que es un sitio que merece la pena visitar, y bueno, ya que hasta por la tarde no sale nuestro avión vamos a aprovechar. Decidimos ir en metro y bajamos en la parada de Tower Hill, que tiene salida justo a la Torre de Londres, y cuál es nuestra sorpresa cuando nos encontramos centenares de personas que colapsan las aceras, no sabemos qué pasa pero pocos pasos tenemos que dar para encontrar el motivo. Resulta que la fosa que rodea la Torre de Londres están totalmente cubierta por un manto rojo de amapolas de cerámica en conmemoración de la participación de Gran Bretaña en la Primera Guerra Mundial, la escena es asombrosa, entre la cantidad de gente, la visión de la Torre de Londres frente a nuestros ojos y ese efecto de manto que dan las miles de flores que están plantadas, una auténtica maravilla.
Después de disfrutar de esta gran sorpresa nos dirigimos hacia los muelles, no sin antes hacerle unas cuantas fotos al Tower Bridge que siempre es un placer volver a verlo.
Por fin llegamos a los muelles o St.Katherine Dock´s, y tenemos que decir que aquí dentro hay todo un mondo, edificios de viviendas, oficinas, restaurantes, de todo. Realmente esto siguen siendo muelles, dado que aquí hay barcos aparcados, imaginamos que antiguamente las embarcaciones serían de otro tipo y quizá mucho mayor. También nos encontramos una estatua de un hipopótamo hecha en lo que parece madera en medio del agua, curioso aunque no entendemos el porqué y tampoco vemos ningún indicativo que nos cuente la razón por la que esta estatua está aquí.
Damos una vuelta por la zona y nos alegramos, bien merece un paseito esta zona, e imaginamos que comer en algún restaurante de los que hay por aquí tiene que ser genial, pero nosotros no vamos a comer aquí. Lupe y Adri nos llevan a otra zona que no conocemos, vamos a Brick Lane, otras de las zonas de Londres donde puedes encontrar de todo como en Camdem, tiendas de todo tipo, comida de todas las partes del mundo, en fin, que aquí hay un ambiente genial, sin duda tenéis que visitarlo si aún no lo habéis hecho, tiene un colorido especial y nada que envidiar a Camdem, Brick Lane Market.
Aquí os dejamos un planito de la distancia desde el Tower Bridge a Brick Lane
La pena es que nosotros sólo tenemos tiempo para comer algo y poco más, así que entramos en una nave la cual está repleta de puestos de comida y cada uno elige su menú, damos un pequeño paseo y ponemos rumbo a casa a coger los bártulos para irnos al aeropuerto.
Como conclusión final pues la de siempre sino mejor. Qué esta ciudad siempre nos sorprende, siempre descubrimos algo y sin más nos encanta, así que seguiremos volviendo siempre qué podamos.