Descubrimiento, reglas para la
definición de un nombre taxonómico linneano
Figura NTL-01. La financiación de las expediciones taxonómicas estaba enfocada en el carácter económico de las especies que podían descubrirse y que generalmente eran de carácter botánico, sin embargo durante las expediciones botánicas se hacia mucho mas que nombrar plantas. Figura NTL-02. Xu Xing
El que lo encuentra le pone nombre
La
taxonomía y la nomenclatura son dos funciones realizadas por la misma ciencia
aunque difieren en sus detalles, la nomenclatura es el arte de ponerle un
nombre propio, formal y científico a un nuevo ser vivo, mientras que la
taxonomía propiamente dicha se encarga de organizar a los seres vivos.
El
historiador natural en su tiempo o el biólogo en los más modernos que logra descubrir
una nueva especie tiene el derecho de ponerle nombre y este acto mismo le
confiere prestigio. Esto sucede tanto para animales vivos como extintos. Un ejemplo
moderno es el paleontólogo chino Xu Xing quien actualmente es uno de los
paleontólogos más prestigiosos del mundo debido en parte a la gran cantidad de
nuevas especies de fósiles que ha descrito.
La
nomenclatura biología y su subsecuente taxonomía es uno de los mejores de
ciencia que podemos tener, por un lado es evidentemente un modelo abstracto que
intenta representar una organización natural ya fuera divina “para los tiempos
de Linnaeus” o evolutiva “para la época actual”. Otro aspecto vital de la
taxonomía es que no puede hacerse individualmente, el nombre formal de una
especie solo se hace tal si una comunidad lo suficientemente grande de expertos
la aceptan.
Una
de las primeras crisis que la labor de taxonomía y nomenclatura en la historia
natural afrontada por los contemporáneos a Linnaeus fue el de la comunicación.
Como lo señaló Kuhn en su obra “Historia de las revoluciones científicas” una
ciencia se define como tal, si es llevada a cabo por una comunidad de expertos,
con un lenguaje propio y un mecanismo de comunicación bien establecido.
La
taxonomía y la nomenclatura seria este nuevo lenguaje al cual Linnaeus le dio
unas reglas claras, sin embargo en su época las comunicaciones eran muy
problemáticas. Varios exploradores podían encontrar una misma especie, cada uno
le daría un nombre, por lo que se generarían confusiones.
En
el siglo XIX “casi un siglo después de la época de Linnaeus” el conflicto se resolvió
estableciendo canales de comunicación adecuados para la comunidad de expertos,
escrita en el lenguaje propio. Para nombrar una especie se generaron una serie
de reglas complejas que aseguraran que:
1-Cada
especie tuviera un solo nombre científico.
2-En
caso de que dos nombres compitan, el que su publique formalmente con
anterioridad seria el que lleve la prevalencia.
3-Cada
nombre de cada especie estaría asociado a un espécimen “o dos en caso de
dimorfismo sexual” de la especie, almacenado en un museo, el cual serviría como
estándar para agrupar nuevos especímenes de la misma especie.
4-La
descripción de los especímenes debería realizarse en textos académicos
aceptados por la comunidad de expertos, inicialmente libros escritos por
grandes autoridades, y posteriormente revistas científicas indexadas y
revisadas por pares.
A
pesar de lo anterior el sistema no es libre de fallos. Los especímenes tipo
muchas veces estaban en malas condiciones “por decirlo amablemente”,
adicionalmente el sistema no estaba libre de generar sinónimos.
De
hecho actualmente muchos taxónomos gastan años de su carrera tratando de
organizar el caos de la taxonomía y la nomenclatura del siglo XVIII y XIX, más aún
porque los especímenes tipo de los museos se han ido deteriorando por más de
200 años de almacenamiento en condiciones inadecuadas.
El
problema no reside solo en el pasado, actualmente muchas especies son descritas
pobremente en publicaciones aisladas con carencia de impacto y repetición. Esto
es aceptable con especímenes fósiles donde en ocasiones solo se tiene un
espécimen para examinar, pero no es comprensible en especies vivas que conviven
en poblaciones.
Todo
esto sin aun llegar al hermoso problema de la especie. Uno de los conceptos
asumidos a priori por todos estos estudios es la idea de que las especies
existían como entidades reales, es decir, ase asumía el fijismo platónico en
que todos los miembros de una población se asemejaban a un ideal platónico
perfecto de dicha especie. Es por esto que el concepto de espécimen tipo cobra
significado, un espécimen tipo es un promedio de la población el cual sería una
aproximación al patrón platónico.
Actualmente
el concepto de especie tipo de ha matizado, en lugar de un solo espécimen, el
biólogo debe emplear una cantidad estadísticamente significativa de individuos
para describir la especie siempre que sea posible, y adicionalmente el concepto
mismo de especie tiene una serie de condiciones y puntos grises.
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