¿Sabéis? Me he dado cuenta de que nunca hablo de mi mascota. Es curioso porque en IG solo tengo una historia destacada y es sobre mi gato Girasol, pero en el blog nunca suelo hablar de ello. En parte porque nunca consigo hacerle buenas fotos que pueda subir... La cuestión es que adoro a mi peluchito, me siento muy orgullosa de él y solo quiero que lo sepáis.
Hace mucho tiempo que le estoy dando vueltas a una cosa que no me gusta demasiado. Cada vez me da más la sensación de que los gatos son de las mascotas más denostadas. Parece que tienes que elegir entre perros y gatos y, claro, como los perros son más simpáticos... ¡Pues no estoy de acuerdo! Adoro a ambos animales por igual y quiero hacer una defensa de los mininos.
He convivido tanto con perros como con gatos y puedo asegurar que son los felinos los que más se parecen a nosotros. Los perros siempre actúan como perros, salvo excepciones, pero cada gato es completamente diferente. Tienen un carácter muy marcado y una personalidad muy definida. Por ejemplo, aunque el tópico de los gatos es que siempre se esconden cuando hay alguien extraño, mi gato es extremadamente sociable. Se acerca a saludar hasta al repartidor de pizza.
Sin embargo, no es nada cariñoso. Es como uno de esos amigos con los que te vas de copas pero que no quieren abrazos. Y odia estar solo. Siempre dicen que los gatos son egoístas e interesados, pero he visto muchas noches a mi chiquitín estar cayéndose del sueño y aguantar despierto solo para hacerme compañía en las largas noches de estudio.
¿Y sabéis qué es lo mejor de ellos? ¡Que son super graciosos! Siempre que tengo un mal día solo tengo que ir a verle hacer alguna tontería para hacerme reír a carcajadas. Y, si no lo hace, solo tengo que sacar el puntero láser 😂
Aunque podría seguir hablando sobre Girasol todo el día, os dejo con los descubrimientos de esta semana.
1- Life in Pieces
Vale que este no será un descubrimiento para muchos, pero yo no había visto la serie hasta esta semana. ES-UNA-MARAVILLA. Puede que penséis "es una copia de Modern Family", pero en realidad no tiene absolutamente nada que ver (salvo por el hecho de que va de una familia) y me atrevo a decir que me quedo con esta. El tipo de humor es diferente, el formato es diferente y la familia es completamente diferente. Me ha parecido una serie muy fácil de ver, muy tierna, muy divertida y que te alegra el día.
Si, como yo, no la habíais visto hasta ahora, no esperéis más.
2- Lou
Prefiero no decir nada sobre este corto de Pixar porque creo que es mejor que lo veáis vosotros mismos sin expectativas. Solo una palabra: precioso.
3- Banalizar el sufrimiento
Yo no tengo depresión como tal, pero sí tengo ansiedad crónica y, en la mayoría de los casos, conlleva estadios de depresión leve. Cabe mencionar que la llevo teniendo toda la vida, pero, por diversas circunstancias, no apareció "en todo su esplendor" hasta que viví momentos más difíciles. Entonces no sabía qué me estaba sucediendo y estaba muy asustada. Pensando que sería algo grave (dejando al margen el debate de si lo es o no), fui directamente al médico y él me recetó un medicamento, que tomo desde entonces.
No siempre lo menciono porque a) no viene a cuento y b) mucha gente no lo entiende, pero en realidad no me avergüenzo. Sé que es una enfermedad y la trato como tal. Sin embargo, he escuchado absolutamente de todo. Desde gente que se extraña porque no te tomas medicamentos más fuertes hasta gente que te mira como si hubieras fracasado en la vida por recurrir a un fármaco en lugar de hacer más ejercicio (viene muy bien) o hacer meditación o whatever.
Cuento esto para que entendáis la importancia de que se escriban artículos como este que os enseño. Me ha gustado porque toca muchas caras del mismo problema y me ha parecido bastante completo. Creo que es el momento de banalizar las enfermedades mentales y de tratar a la gente con depresión como fracasados que no saben animarse. Recomiendo la lectura.
4- Bradley, el bebé canguro
¿Pero habéis visto qué cosita TAN ADORABLE? Me encanta cómo busca a su cuidador con sus patitas para que le meta en la bolsa. Dan ganas de adoptar uno y abrazarlo muy fuerte.
5- El suicidio del Sr Opus
No sé si habéis leído este hilo de Twitter pero me parece una de las historias más apasionantes que me han contado. No os digo nada más, solo leedlo.