Vamos a por el final. La verdad es que, independientemente que haya sido leído mucho o poco, al primero que ha ayudado esta reflexión es a mi. He aclarado conceptos que quizás no tenia demasiado claros y he terminado por descubrir cosas que me hacen ver todo este tema de manera más lógica y menos visceral. Agrupo las tres últimas respuestas porque creo que están bastante interrelacionadas entre si y porque si no, esto lleva camino de acabar que ni la serie Poldark. Siguiendo con la estructura de los anteriores. iré reflexionando en base a los “jugadores” que terminé por definir. Eso si, poco a poco. Vayamos con el cine.
La industria cultural. El Cine:
La industria del ocio quiere seguir manteniendo control y margen de beneficio sobre sus productos. Ellos son los que invierten el dinero para una película, un disco o un libro. Es imposible sin contar con ellos lanzar un producto similar en cuanto a impacto popular. En realidad una web de descargas se beneficia no sólo de la “libertad” del producto, sino también de los millones de euros (joder, iba a poner pesetas
) destinados a la promoción del susodicho. Entiendo, aunque reconozco que no estoy manejando datos ahora mismo, que las películas que más se descargan no variarán mucho de las películas más taquilleras. Cada copia “legal” de un producto de ocio cultural puede que no tenga un coste de copia tan elevado para justificar su precio de venta, pero tampoco se puede desprecias la labor de promoción y publicidad, de difusión que hace cada compañía de sus productos. Y ese gasto debe repercutir en la copia. Hablamos de publicidad, cuando curiosamente, este es el camino por el que obtienen sus beneficios las webs de descargas. En realidad, parece que sólo falta que cuando vemos un trailer en la tele o un anuncio de estreno en la prensa, dentro de campañas que cuestan mucho dinero y mucho trabajo de mucha gente, en lugar de el consabido “Sólo en Cines”, debajo pusiera: “Y también en Cinetube”. ¿Me parece ético? ¿no? ¿Quien tiene la culpa? En primer lugar, tiene la culpa la misma industria del ocio.Precios claramente inflados, saturación del mercado y subvaloración del propio producto. Si vas a un supermercado y te plantas delante del lineal de vinos, hay de diferentes precios y calidades. Si vas al cine, no. Todos cuestan lo mismo. En un supermercado puede haber ofertas y la crisis ha obligado a bajar los precios. No es así en el cine. El consumidor ha terminado por entender que se le trata como número. El mercado se satura de oferta para una demanda que no puede acceder a toda ella, aunque sea por motivos puramente económicos. Y el propio producto se subvalora en el momento que el mercado del vídeo la baza más importante si es el precio y no la calidad del producto. Eso si, cuando un estreno tipo “franquicia”, como Harry Potter, Spiderman, Narnia, etc…. sigue queriendo obtener beneficios a toda costa por la vía del margen ¿Que cuesta un Blu Ray de una película en su lanzamiento? Y eso funciona en cuanto al cine norteamericano, el de más éxito, porque lo único que le importa a la sucursal de la empresa en España es la venta pura y dura. El hecho de la elevada piratería puede ser una excusa, pero no tanto cuando tu mismo provocas esa piratería. Si el producto no importa, si su calidad no importa, ¿como pretender que el público lo entienda? No hay ningún sistema doméstico que pueda, y ni siquiera me estoy refiriendo al 3D, repetir la experiencia que supone ir a una sala de cine. Pero eso, curiosamente, es más defendido por los aficionados que por los propios distribuidores o empresas. Se prima la novedad, no la calidad. Asi que el valor del producto cae por la duración de su existencia, no por su valor intrínseco. Pero para mi, y para muchos, en realidad para todo un mercado, “Con Faldas y a lo loco” sigue teniendo el mismo valor ahora que en el año de su estreno. Si el producto tuviera un “valor”, importaría mucho más que ni siquiera mucha gente se plantease descargarse una película de calidad de imagen y sonido ínfima tan sólo por la novedad de verla.
En cuanto al cine español, debería quitarse de encima parte de la carga ideológica que contiene. Cualquier persona puede expresar sus ideas con absoluta libertad, pero cuando da la impresión de que es todo el colectivo el que piensa lo mismo, y se trata de una emprsea cuyo objetivo es ganar dinero… algo falla. Y que conste que yo comulgo con la mayoría del mensaje que parece que domina en el sector. Pero es hora ya de construir una industria capaz de mantenerse por si misma. La instituciones y los gobiernos deben ayudar, sobre todo en la parte cultural que tiene la industria del cine. Pero como dice el viejo dicho, tiene que enseñar a pescar, no ponerle los peces encima de la mesa. El Cine Español debe llegar a la mayoría de edad en la democracia. Ya no hay una dictadura contra la que cualquier arma era válida. Tiene que hacer pensar, es cierto, pero también reír, llorar, soñar aventuras o imaginarse nuevos mundos. Debe aprender a quitarse la etiqueta delante del público de “El Cine Español es un coñazo”. Y debe acercarse más al público para hacerlo. El problema principal del cine español no son las descargas, es su misma estructura. Las descargas son tan sólo un síntoma de sus problemas. No puede seguir mirando al público desde una supuesta superioridad intelectual. Las descargas afectan más a u sistema que ya adolecia de fallos graves como industria antes de su llegada.
Y la Red es su oportunidad, no su enemiga. Estoy de acuerdo en que debe ser contraria a que nadie se lucre con su contenido, más que ellos como creadores del mismo. Pero debe dar un paso adelante para dialogar con quien pretende compartirlo, conocerlo y difundirlo. Hablamos el mismo idioma. Esa, por fin, es una ventaja frente al cine norteamericano. Las Redes Sociales aumentan la capacidad tanto de escuchar como de hablar con el público.Y el cine español tiene delante la oportunidad de estar en la misma sociedad y lugares. Debe abrirse a compartir, a dialogar, a mostrar sus productos con el orgullo que supone que son buenos, no sólo con el miedo a ser copiados. Y puede hacerlo. Y debe Hacerlo. O acaso Spielberg podía haber hablado en Twitter como lo ha hecho @AlexdelaIglesia
Pero eso no significa que deban dejar de decir lo que piensan sobre las descargas. Puede que si cambiar el tono y dar razones de peso y dejar el enfurruñamiento, pero no admitir que su trabajo sea aprovechado por otros para lucrarse. Creo que una cosa no quita la otra, Una película tiene detrás mucha gente, no sólo a los que se insulta en Twitter. Hay desde guionistas hasta iluminadores, desde maquilladores a cámaras, figurantes o suministradores de catering. No sólo Bardem, Almodovar o las productoras pierden con las descargas, también ellos lo hacen. Y cuando se habla de quien son los clientes del cine, no olvidemos quien paga el lucro de las webs de descargas. Hay contenidos en la red, incluidos los que puedan surgir a raiz del cine español, como blogs de cine o grupos de aficionados, que podrían estar beneficiándose de esa publicidad.
Hablemos.
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