El astronauta Luca Parmitano captó esta imagen desde la Estación Espacial Internacional (EEI) y la publicó en su cuenta de Twitter el día de ayer:
La fotografía es acompaña de un mensaje que no es nada claro, y ha dado lugar a numerosas hipótesis que van desde lo conspiracionista hasta lo descabellado. Este tuit fue antecedido de otra imagen en la que Parmitano mostraba la estela de un misil vista desde la EEI. No obstante, tampoco aportó ningún dato acerca de qué tipo de misil se trataba o de dónde salió.
En cuanto a la extraña “nube”, algunos piensan que se trata de un reflejo de la cámara o del mismo misil de la foto anterior. No han faltado aquellos imaginativos que suponen que se trata de un gas misterioso, una señal alienígena o un “fantasma del espacio”. Aunque se trata de un misterio, no es para ponernos nerviosos, seguramente habrá una explicación plausible al respecto. Como sea, las imágenes son hermosas y no tienen desperdicio.
Por otro lado, la prensa RT Actualidad señala hoy que el bloguero Ian O’Neill de Discovery.com sopesó los datos de los astronautas con la información suministrada por el blog Russian Forces, que documenta todas las actividades de los programas espaciales rusos, y concluyó que las fotos correspondían al rastro del misil balístico ruso Tópol, lanzado el 10 de octubre.
El lanzamiento se realizó desde el polígono de lanzamiento Kapustin Yar, en la provincia rusa de Astracán, “en el marco de los ensayos del nuevo equipamiento de combate”, se dice en el comunicado del citado Ministerio. La ojiva alcanzó con éxito la meta localizada en un polígono en Kazajistán. Todos los objetivos de la prueba han sido cumplidos, concluye el comunicado.