La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, denunció en París “maniobras dilatorias” del juez federal Conrado Bergessio que ordenó las pruebas de patrón genético (ADN) a los hijos adoptivos de la dueña del Grupo de multimedios Clarín, Ernestina Herrera de Noble.
“El juez Bergesio no ha enviado todavía al Banco Nacional de Datos Genéticos las pruebas hemáticas que se tomaron en el Cuerpo Médico Forense ilícitamente, porque no era el lugar en el que por ley debían hacerse”, aseguró la responsable de Abuelas de Plaza de Mayo a la agencia de noticias AFP en la noche del lunes en París.
“Esas muestras las tienen el juez y el Cuerpo Médico Forense”, dijo al ser interrogada sobre los motivos por los cuales mes y medio después de que Marcela y Felipe Herrera Noble se sometieran a las pruebas genéticas de ADN que permitirán determinar su filiación, todavía se desconocen los resultados.
Abuelas de Plaza de Mayo considera que ambos jóvenes, adoptados en 1976 por la propietaria del grupo Clarín, son en realidad hijos de desaparecidos nacidos de madres en cautiverio durante la última dictadura militar.
Tras los análisis, el mismo magistrado ordenó allanamientos en los domicilios de los jóvenes, que según Carlotto estuvieron “muy mal hechos” y “no tenía” por qué hacerlos. “Y ahora parece que quiere hacer un tercer camino. Les quiere volver a sacar sangre. Es todo dilatorio. Todo está en stand by”, denunció la responsable de Abuelas de Plaza de Mayo, para quien esa actitud refleja “cierta connivencia de la justicia con la gente de poder económico o mediático”.
Los abogados de Abuelas de Plaza de Mayo han reiterado que la institución oficial para efectuar dichas pruebas es el Banco Nacional de Datos Genéticos.
Esos análisis de ADN se efectuaron en el marco de una ley aprobada el 19 de noviembre de 2009 por el Congreso que permite a la justicia exigir la obtención de muestras de ADN, voluntaria o compulsivamente, ante sospechas de que alguien puede ser hijo de un desaparecido de la dictadura.
El último régimen militar dejó unos 30.000 desaparecidos, según los organismos de derechos humanos.
Las Abuelas de Plaza de Mayo han restituido la identidad a 101 nietos de los 500 niños que buscan desde su fundación en 1978. Una de las hijas de Estela de Carlotto, Laura, asesinada por la dictadura, dio a luz en cautiverio a un varón al que llamó Guido, a quien su abuela todavía no encontró.
Carlotto defendió la citada ley al asegurar que “no ofende a nadie. Jamás las Abuelas haríamos algo para violentar a quienes podrían ser nuestros nietos”.
A mediados de diciembre pasado, María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani, fundadora de Abuelas, le solicitó a la Justicia federal de La Plata que Marcela, la hija de la directora del Grupo Clarín, sea sometida a un estudio de ADN para determinar si se trata de su nieta, apropiada durante la dictadura militar.
Fuente: agencias Télam, AFP y AP
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