El pasado día 9 el Fiscal de la Nación, José Peláez, manifestó que va a proponer al Poder Ejecutivo la exigencia del requisito de visa a los ciudadanos mexicanos que ingresan al Perú, debido a que en “las últimas operaciones de las fiscalías antidrogas y contra la criminalidad organizada un número considerable de detenidos fueron mexicanos, los que incluso, encabezan bandas”. Preocupa que en los dos últimos años casi un centenar de mexicanos fueran investigados y denunciados por integrar o encabezar organizaciones criminales de tráfico de drogas que operan en el Perú. Recordemos que hasta mediados de la década de los 90 las organizaciones colombianas dominaban el tráfico ilícito en el Perú; los cárteles colombianos adquirían grandes cantidades de pasta básica de cocaína para ser convertida en clorhidrato en Colombia. Pero a partir de 1995, financistas de los poderosos cárteles mexicanos Tijuana, Guadalajara, Guanajuato, Juárez y especialmente Sinaola, llegaban como turistas al Perú para establecer vínculos con narcotraficantes peruanos. En dicho año, en un decomiso en Piura de más de 3 toneladas de clorhidrato, se constató que narcotraficantes mexicanos de un cártel estaban involucrados, y asimismo, en el Perú, se inicia la etapa de elaboración y producción de clorhidrato de cocaína, cuyo aumento exponencial nos ha llevado a ser primeros productores del mundo. Según la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional del Perú (Dirandro) entre 1995 y 2000 las mafias mexicanas desplazaron a las colombianas. El Reporte Mundial ONU 2006 sobre Drogas advertía que cárteles mexicanos dominaban una “proporción significativa” del envío de cocaína desde el Perú. También en 2009, un informe de inteligencia norteamericano Strategic Forecasting (Strafor) aseguraba la existencia de un absoluto monopolio de los cárteles mexicanos en la exportación de cocaína del Perú, y asimismo, según la procuradora antidrogas peruana, Sonia Medina, la presencia de cárteles mexicanos se ha expandido en un 60% desde el 2000. El cártel de Sinaloa, además del VRAE, mantiene bandas armadas y producen cocaína y marihuana en la costa y en Ayabaca, en la sierra de Piura. Bajo este panorama, considerando la situación de violencia extrema asociada al tráfico de drogas en México –desde el 2006 registran más de 30,000 crímenes– y asimismo, que las presiones y medidas antidrogas ejercidas en ese país coadyuvan a la consolidación de cárteles en el Perú, es importante y debe considerarse la propuesta del Fiscal de la Nación, para que se solicite visa a los ciudadanos mexicanos –en México los peruanos si requieren visa–, toda vez que esta acción permitiría un mejor control y seguimiento sobre las actividades de mexicanos vinculados al narcotráfico que actualmente pueden ingresar fácilmente, sin este requisito, como turistas a nuestro país.
Escribe: Alfredo Palacios Dongo.