Autor: Lorraine Heath
Editorial: Esencia
ISBN: 978-84-08-10978-5
Género: Histórico
Serie: 2º Los huérfanos de Saint James
Precio: 18€
Jack Dodger es un hombre que se ha hecho a sí mismo: de niño fue un ladronzuelo, y ahora es el rico propietario del club más exclusivo de Londres.
Olivia, duquesa de Lovingdon, jamás se relacionaría con un granuja de su calaña. Por eso, cuando Jack es nombrado único heredero de las posesiones del difunto marido de la duquesa y tutor del hijo pequeño del matrimonio, la preciosa aristócrata se siente ultrajada.
Sin embargo, a pesar de que ella hará lo imposible por mantenerlo alejado de su corazón, sus caricias pronto despertarán el deseo de la duquesa.
Sin spoilers
En esta segunda entrega de la serie "Los huérfanos de Saint James", Lorraine Heath no deja de sorprenderme. Turno de Jack, propietario de uno de los clubs masculinos más selectos, donde el vicio y la diversión está asegurada, y antiguo cabecilla de la banda de ladrones líderada por Feagan.
Como en el anterior libro, se inicia con un fragmento en formato diario donde es el propio Jack quien se presenta, relata sus orígenes, sus vivencias, sus miedos y anhelos. Él es un granuja con un pasado difícil y un presente construido a base de su máxima ambición: ganar dinero. Es por ese motivo que, cuando es nombrado tutor de un duque que ni siquiera conoce, no puede evitar sonreír a su suerte y, por supuesto, a las ganancias que obtiene de ello. A pesar de la presencia de Olivia, la duquesa viuda que, lejos de estar conforme, lo considera el peor ejemplo para su hijo.
Pero detrás de la codicia de Jack, también hay un niño que sufre por varios sucesos traumáticos. Y más allá de las normas de etiqueta y todo rasgo esnob que pueda tener Olivia, es una mujer que anhela mucho más de la vida. Ambos están destinados a destapar sus secretos más íntimos.
De nuevo, he vuelto a disfrutar de principio a fin con la lectura. Además de presentar una narrativa excelente, creo que la clave de sus novelas recae en la gran capacidad que posee la autora a la hora de perfilar los personajes y dotarlos de emociones y sentimientos. En este sentido, considero que entiende y tiene muy clara la postura de cada uno, por lo tanto, sabe reflejarlo. Y, particularmente, me ha encantado como ha esbozado a Jack, de hecho, ha superado mis expectativas.
Aunque aparecen brevemente los otros huérfanos de Saint James, en esta ocasión se centra en su mayoría en los protagonistas y en Henry, un niño adorable. Es una novela que no tan solo desarrolla una historia de amor, también contiene una trama con cierto misterio y gancho que mantiene hasta el final, aunque en mi caso no me ha sorprendido puesto que ha resultado ser lo que esperaba.
Una vez más he encontrado una clara influencia de Dickens en la novela pero sin perder el estilo propio de Lorraine Heath. En definitiva, me ha encantado. Estoy deseando poder leer el siguiente libro de la serie, la historia de Frannie.