Revista Opinión
Un gallinazo se paró en la ventana.Su aspecto era deplorable, cabizbajo y con las alas rotas...Pase usted, tenemos comida.Gracias, pero no tengo hambre.Quizás desee beber agua.Gracias, pero estoy seco por dentro.Le brindamos entonces todo nuestro apoyo y compañía.Gracias, pero perdí la esperanza.Entonces no hubo más que darle, y el gallinazo quedó afuera esperando la muerte...