El Centro Superior de Inteligencia estaba intentando resolver un sudoku difícil, pero un cabo de la policía nacional que fue a llevarles los cafés descubrió, gracias a un satélite espía con conexión en la sede del CSI, que el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, planeaba regalar un bono de diez viajes con Ryanair a la Familia Real.
Sánchez Gordillo, conocido por sus barbas, por su peculiar estilo de comprar en los Mercadona y porque en el pueblo del que es alcalde no hay desempleo, es, por si fuera poco, republicano . El regalo a los borbones no podía, por tanto, ser del todo bienintencionado. “Aterrizajes forzosos, escasez de combustible, garrapatas… Sabemos que la compañía irlandesa no es lo más mejor para volar”, ha declarado Froilán mientras se rascaba un pie. “Pero es que encima siempre se las arreglan para cobrarte por la maleta de mano, ¡y a ver dónde meto yo la escopeta!”
Por su parte, su majestad, el rey Juan Carlos el Campechano, que se tropezó y cayó al suelo mientras intentaba coger los billetes, le ha dicho al alcalde: “¿Por qué no te rapas?”.