Revista Arte

Desmontando al Matrimonio Arnolfini

Por Sandra037

Elementos de significación. 

Desmontando al Matrimonio Arnolfini.

Matrimonio Arnolfini, Jan Van Eyck.

Voy a dedicar esta entrada a  desmontar este cuadro tan famoso de Jan Van Eyck, tuve la suerte de verlo el año pasado en persona, y la verdad, que me sorprendió muchísimo. Sabía sus medidas, lo cual se intuía que era de formato pequeño, pero hasta que no lo ves en persona no te das cuenta de cómo es de verdad. Además, hay elementos en el cuadro que en persona apenas se intuye, lo que nos muestra la gran habilidad del pintor. 
Como he dicho anteriormente voy a ir diciendo lo que significa o puede significar cada elemento del cuadro.

Desmontando al Matrimonio Arnolfini.
Las naranjas, importadas del sur, eran un lujo en el norte de Europa por lo que simboliza la riqueza de la familia y la prosperidad económica que les aguarda, o quizás aluden al origen mediterráneo de los retratados. Conocidas como "manzanas de Adán", representaban además la fruta prohibida del edén (quizá sean una evocación  del paraíso perdido), en alusión al pecado mortal de la lujuria, probable motivo de la pérdida de gracia. Los instintos pecaminosos de la humanidad se santifican mediante el ritual del matrimonio cristiano. 
Los colores predominantes son también claramente simbólicos, el verde alude a la fertilidad y el rojo a la pasión. 
La cama tiene relación, sobre todo en la realeza y en la nobleza, con la continuidad del linaje y del apellido. Representa el lugar donde se nace y donde se muere. Los tejidos rojos simbolizan la pasión además de proporcionar un poderoso contraste cromático con el verde de la indumentaria femenina. En todo caso, era costumbre en la época en las casas acomodadas de Borgoña, colocar una cama en el salón donde se recibían las visitas. Aunque, generalmente, se usaba para sentarse, ocasionalmente, era también el lugar donde las madres recién paridas recibían, con su bebé, los parabienes de familiares y amigos. 
Desmontando al Matrimonio Arnolfini.

Los zuecos esparcidos por el suelo (ellos van descalzos) representan el vínculo con el suelo sagrado del hogar y también son señal de que se estaba celebrando una ceremonia religiosa. La posición prominente de los zapatos es también relevante; los de Giovanna, rojos, están cerca de la cama simbolizando que era la encargada del hogar; los dos de su marido, más próximos al mundo exterior, simbolizan que es él el encargado de trabajar para llevar la prosperidad económica a la casa. En aquel tiempo se creía que pisar el suelo descalzo aseguraba la fertilidad. 
Desmontando al Matrimonio Arnolfini.

La alfombra que hay junto a la cama es muy lujosa y cara, procedente de Anatolia, otra muestra de su fortuna y posición.
Los rosarios eran un presente habitual del novio a su futura esposa. El cristal es signo de pureza, y el rosario sugiere la virtud de la novia y su obligación de ser devota.  También el cristal alude a la pureza del sacramento del matrimonio. 
El espejo es uno de los mejores ejemplos de la minuciosidad microscópica conseguida por Van Eyck (mide 5,5 centímetros y cada una de las escenas  de la pasión que le rodean mide 1,5 centímetros), y enlaza con el siguiente asunto. En el marco del espejo se muestra 10 de las 14 estaciones del Vía Crucis (Las paradas del camino de Cristo hasta  su muerte en el Gólgota). Su presencia sugiere que la interpretación del cuadro debe ser cristiana y espiritual en igual medida que legal y recuerda el sacrifico que tienen que soportar los esposos. Por cierto estos pequeños espejos convexos eran muy populares en aquella época; se llamaban "brujas" y se usaban para espantar la mala suerte. A menudo se encontraban junto a ventanas y puertas, para buscar efectos lumínicos en las estancias. Que se sepa esta es la primera vez que se usa como  recurso pictórico la idea tuvo mucho éxito y fue imitada. El experto Craig Harbison ve en el espejo el entro de gravedad de todo el cuadro, es lo que más nos llama la atención una especie de "círculo mágico" calculado con increíble precisión para atraer nuestra mirada y revelarnos el secreto mismo de la historia del cuadro: un enlace matrimonial en presencia de testigos, uno de los cuales podría ser el propio pintor. 
Desmontando al Matrimonio Arnolfini.

La lámpara en la cual solo vemos una vela encendida (cuya luz pasaría desapercibida en pleno día), es una clara referencia a Jesucristo y, al mismo tiempo, viene a representar también llama del amor, que puede consumirse. 
Desmontando al Matrimonio Arnolfini.

Giovanna lleva un elegante vestido verde (el color de la fertilidad), propio de un retrato de aparato y un cuadro de boda. Los historiadores apuntan que no estaba embarazada, su postura se limita a delatar el vientre, que entonces se tenía por una de las partes más bellas del cuerpo. También cabe pensar que su pose y la exagerada curvatura del vientre sugieran su fertilidad y deseada preñez que nunca resultó. 
Desmontando al Matrimonio Arnolfini.

En el cabezal de la cama se ve la talla de una mujer con un dragón a los pies. Es probable que se Santa Margarita, patrona  de los alumbramientos, cuyo atributo es el dragón; pero por la escobilla que hay al lado podría ser Santa Marta, patrona del hogar, que comparte idéntico atributo. 

Desmontando al Matrimonio Arnolfini.

El perro pone una nota de gracia y desenfado en un cuadro que es por lo demás, de una apabullante solemnidad. El detallismo del pelo es toda una proeza técnica. En los retratos, los perros suelen simbolizar, como aquí, la fidelidad y el amor terrenal.

Desmontando al Matrimonio Arnolfini.

Sobre las manos de la pareja aparece una gárgola en actitud sonriente. Algunos autores consideran que ese elemento es básico para comprender el significado del cuadro: un exorcismo mediante el que se pretende alejar el mal que atenaza a la pareja, la falta de descendencia. La causa de este castigo es porque Arnolfini era un mujeriego, un adúltero. 
Desmontando al Matrimonio Arnolfini.


Giovanni Arnolfini fue un rico mercader italiano, procedente de Lucca, que se asentó en la ciudad de Brujas (Flandes) atraído por las posibilidades comerciales de la zona, en la que logró una extraordinaria fortuna de la cual el cuadro es un buen reflejo. Los objetos representados son, en si mismo, exponentes  de las extensas relaciones geográficas de su propietario. Este es, precisamente el contexto en el que se desarrolla la pintura de los artistas llamaos "primitivos flamencos", de los cuales Van Eyck es el máximo exponente: una burguesía consolidada, próspera en los negocios, atraída por la moda de la decoración de interiores mediante tapices y, como en este caso, cuadros, entre los cuales los retratos ocupan un importante papel.



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LOS COMENTARIOS (1)

Por  Jorge
publicado el 24 diciembre a las 00:08
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Gracias por la explicación, ha sido muy intructiva. Aunque lo que me resulta mas enigmático de la obra es como consiguió acabar en la National Gallery de Londres, cuando hasta la guerra de la independecia estaba en tierras españolas.

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