Revista Cultura y Ocio

Desmontando un mito: Homero.

Por Selva Del Olvido
Desmontando un mito: Homero.
Homero no existió. Esta premisa tan contundente es una de las bases que sostiene una importante corriente de especialistas inmersos en lo que se ha venido a conocer como “cuestión homérica”. Dicha teoría suele causar una profunda conmoción en aquellos aficionados a la cultura griega que, sin embargo, son desconocedores de dicha problemática y que se encuentran con ella por primera vez.
En efecto, las dudas sobre la existencia de Homero existen ya desde época helenística. No poseemos dato alguno de la vida de este famoso autor a pesar de las numerosas biografías que, sin poseer base real alguna, circularon por todo el mundo heleno durante siglos. Claro ejemplo de este desconocimiento sobre el autor es el hecho de que numerosas ciudades de disputaran ser su lugar de origen.
Desmontando un mito: Homero.
Lo que es casi seguro es que tanto Ilíada como Odisea son recopilaciones de poemas orales previos que fueron recogidos por un aedo que les dio forma escrita en torno al siglo VIII a.C. Pero el problema va más allá. Cualquier lector de dichos poemas comprobará de inmediato que, pese a que ambas obras comparten algunos aspectos, tanto formales como temáticos, y que una es la continuación natural de la otra, Ilíada y Odisea no tienen nada que ver en muchos aspectos esenciales. Así, vemos como los valores y la concepción del mundo que existe de una composición poética a otra varían sensiblemente. Por ello, algunos expertos en la cuestión, aferrándose a la existencia de Homero, han señalado que éste habría compuesto Ilíada y no Odisea o que habría redactado ambas obras pero en diferentes etapas de su vida. Esta última teoría, no obstante, no parece ser demasiado sólida, ya que la evolución entre una obra y otra es más que significativa y parece complicado que la misma mano haya dado vida a ambas.
Pero las investigaciones van más allá y se ha querido ver, en partes concretas de la Odisea, interpolaciones añadidas posteriormente. Éste sería el caso del famoso descenso al Hades por parte de Ulises, ya que todo parece indicar que es un elemento introducido de forma un tanto “forzada” en el conjunto del poema.
Por tanto, la pregunta que nos acuciaba en un principio se repite: ¿existió Homero?. La respuesta sincera a esta pregunta es que no hay respuesta. Las teorías existentes han sido, muy sintéticamente, resumidas más arriba. Así que cada uno puede desear en que creer. Yo, personalmente, prefiero seguir creyendo en la existencia del ciego de Quíos, al menos hasta que la investigación científica demuestre lo contrario…

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