Revista Cultura y Ocio

Desmontando un mito: La construcción de España (I)

Por Selva Del Olvido
Sin ánimo de buscar polémica, solo decir que el devenir de los hechos históricos no entienden de ideología más allá de la de su narrador. El pasado es el pasado y el sentir de la sociedad actual no es el mismo que la de la sociedad del XV y XVI, y quien lo crea y busque esas justificaciones como un error.
Empezaré sin un hilo cronológico específico por uno de los mayores tópicos: Los reyes católicos y su creación de España.
Desmontando un mito: La construcción de España (I)
A todos, y sobre todo a los más mayores, nos han enseñado en el colegio, instituto etc. aquella visión de estado, casi profética, que tuvieron Isabel y Fernando al casarse "uniendo" sus reinos. El principio de España. Se ha engrandecido su rectitud, religiosidad y poder, pero hoy, en una sociedad en la que pese a todo, se respira libertad, sabemos que os católicos eran ante todo el máximo exponente político de la monarquía autoritaria renacentista.
La "unión" de ambas coronas nunca fue tal, no se centralizó el gobierno del país y mucho menos existió una capital. La corte era itinerante, y las cortes independientes, es decir, unas cortes en Aragón, Castilla, Valencia, Cataluña. Tampoco se tenían los medios necesarios como para recortar el fuerte poder local del que disfrutaban áreas como Galicia, Asturias, las Vascongadas (que no registraban un carácter unitario, sino que se dividían en tres territorios con sus propias instituciones de gobierno) o Andalucía.
El método de gobierno era el control de una nobleza encargada de trasnmitir la potestad real y la instauración de una serie de corregidores, justicias, contadores y chancilleres, que ejercían labores de gobierno administración y justicia delegando de manera directa el poder real, es decir, se intentaba crear un status quo entre la adinerada nobleza y las clases medias rentistas de las ciudades, que al fin y a la postre eran quienes financiaban los ejércitos.
Sobre esta base gobernarían los católicos en Castilla, mientras que en Aragón, donde Fernando pasó tan solo 6 de los 37 años de su gobierno, el rey tuvo que contentarse con mantener un frágil equilibrio entre la potencia de la nobleza y sus aspiraciones, cosa que no siempre consiguió.
Es decir, hablamos de dos reinos gobernados de manera diferente, con situaciones diferentes.
No debemos olvidar tampoco que el matrimonio de los Reyes Católicos viene en un momento de Guerra Civil en Castilla, que se ve acosa por Luis XI de Francia y Alfonso V de Portugal. Los intereses aragoneses eran coincidentes en este sentido, ambos reinos vivían en un momento de conflagración con Francia. A Isabel, no le venía nada mal una alianza política y matrimonial con sus vecinos, alianza, por otra parte que también beneficiaba aun Fernando débil en el trono acosado por la nobleza, dueño de un territorio que oscilaba hacia Castilla, que les doblaba en habitantes y en dinamismo económico.
Pero si algo es digno de mencionar es el matrimonio de Fernando con Germana de Foix a la muerte de Isabel, una maniobra política para contrarrestar la política pro-francesa del marido de Juana de Castilla. Una estrategia que de haber consumado en un bebé, hubiera acabado con la profética unión de tierras pueblos y gentes.
Por tanto que pesaba más en el ideario católico para formalizar una "unión" de reinos, la política ¿exterior o interior?.
Para un servidor, fue una unión que funcionó, que se fortaleció por la expansión del castellano como lengua universal en España, por el enemigo común que representaba Francia, por las riquezas que de las Indias podían aprovechar los aragonés y sobre todo porque, tras tres generaciones de monarcas fuertes (R.Católicos, Carlos I y Felipe II), lo fortuito se había convertido en tradición y sentir.

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