Revista Cultura y Ocio

Desmontando un mito: las doctrinas cátaras.

Por Selva Del Olvido
Desmontando un mito: las doctrinas cátaras.
Aprovecho el post sobre religiones de hoy para tratar un tema que cuenta con un enorme éxito editorial actualmente, dentro de esa tendencia, tan de moda, que podríamos denominar como “fantasía histórica”. Esta corriente literaria está transmitiendo una visión distorsionada de la realidad al gran público al mostrar a éste una serie de teorías, presentadas como ciertas, aún cuando carecen de toda base histórica. Los escritores dedicados a publicar, al parecer sin descanso, este tipo de obras parecen haber encontrado una serie de temas, como el que aquí presentamos hoy, que no han dejado de explotar y distorsionar, llegando a las más descabelladas teorías. Por todo ello trataré de exponer aquí, de manera muy breve, las bases doctrinales que sustentaron el catarismo de una forma seria y rigurosa.
Cuando hablamos de cátaros (término que significa “puros”) hacemos referencia a una serie de creencias que se desarrollaron en la zona del Languedoc francés, aunque eran originarias de Oriente, que cobrarán especial importancia a lo largo del siglo XIII. A pesar de que se ha hablado de ella, tradicionalmente, como una herejía, algunos autores prefieren considerarla como una religión plenamente formada más que como una simple desviación de la doctrina cristiana.
Desmontando un mito: las doctrinas cátaras.
La base del sistema de creencias cátaro o albigense se basa en un dualismo muy similar al sostenido por el mazdeísmo o zoroastrismo, doctrina que presente de una forma residual en el Próximo Oriente podría tener que ver, al ligarse con otras tendencias religiosas, con el origen de este nuevo culto, que a su vez contaría con otros precedentes tan significativos como el maniqueísmo. Para el catarismo solo lo espiritual es puro, siendo todo lo terrenal elemento de impureza y, por tanto, derivado de la divinidad oscura. Los “sacerdotes” de esta religión, los llamados “perfectos”, se abstenían por ello, en la medida de lo posible, de los placeres carnales, mientras que al resto de los fieles se les libraba de los pecados en el lecho de muerte mediante la aplicación de una especie de sacramento llamado consolamentum.
El sistema de creencias cátaro se sostenía sobre el Nuevo Testamento, especialmente sobre una serie de pasajes que, sostenían, habían sido mal interpretados por la Iglesia católica. A todo ello hay que añadir toda una base de elementos mitológicos e interpretativos propios que apenas han llegado hasta nosotros a causa de la persecución que sufrió posteriormente el sistema de creencias cátaro, el cual provocaría la destrucción de la mayoría de los textos que trataban sobre estos temas.
En definitiva, nos encontramos ante una doctrina mucho más compleja de lo que normalmente se tiende a presentar, relativamente mal conocida y que esta en profunda relación con otra serie de corrientes de pensamiento desarrollados en este momento, como es el caso del bogomilismo búlgaro o los restos de las doctrinas maniqueas que aún persistían en Tierra Santa.

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