Revista Psicología

Desordenes alimenticios (Parte I)

Por Centro Psiconet

Descripción, tipos y síntomas  

En entradas anteriores se ha hablado sobre la problemática del comer emocional, que por sí sola no se considera una enfermedad o trastorno mental. En la entrada de hoy se hará hincapié en los Trastornos de la Conducta Alimentaria o TCA.

¿Qué es un trastorno de la alimentación?

Se trata de una enfermedad caracterizada por unos hábitos alimenticios irregulares y graves problemas relacionados con el peso y la aceptación de la imagen corporal. Los desórdenes alimenticios pueden incluir una inadecuada o excesiva ingesta de alimentos lo que puede generar incluso problemas orgánicos. Por tanto los trastornos de la alimentación no solo son aquellos relacionados con la restricción de alimentos.

Los TCA generalmente se desarrollan en la adolescencia o inicio de la vida adulta, aunque los últimos estudios apuntan a una disminución en la edad de aparición, encontrándose incluso casos que comienzan en la infancia. Este tipo de desórdenes afectan tanto a hombres como a mujeres, aunque se observa mayor prevalencia en las mujeres.

Otro aspecto relevante es que los trastornos alimenticios suelen ir acompañados de otros síntomas o trastornos, como pueden ser ansiedad, depresión o abuso de sustancias.

¿Qué tipos de TCA existen?

Los tres tipos de trastornos más comunes son:

  • Anorexia nerviosa (AN): se caracteriza por una notable pérdida de peso autoinducida y el profundo temor a engordar. Etimológicamente, anorexia proviene del griego: an (falta de) y orexis (hambre), de lo que se podría deducir: falta de hambre, en cuanto a al acompañamiento de “nerviosa” se refiere al origen psicológico del trastorno. Por tanto hablar de anorexia nerviosa hace referencia no tanto a la falta de apetito, sino a la alteración de la conducta alimentaria que implica la restricción de comida.

Otro de los síntomas característicos de este trastorno es la distorsión de la imagen corporal, lo que implica que incluso en estados de infrapeso las personas que lo padecen se ven a sí mismas con sobrepeso.

La anorexia puede tener efectos muy perjudiciales para la salud, como pueden ser daño cerebral, insuficiencia de múltiples órganos, pérdida de masa ósea, afectaciones cardiacas y problemas de fertilidad. El riesgo de muerte asociado es mayor en respecto al resto de TCA.

  • Bulimia nerviosa (BN): se caracteriza por un patrón repetido de atracones de comida seguidos de conductas compensatorias que generalmente suelen ser provocarse el vómito, aunque también es frecuente la realización de ejercicio físico excesivo o el uso continuo de laxantes. Aunque este trastorno también cursa con la pérdida de peso notable, no siempre es un síntoma presente, ya que también es común encontrarse con personas que padecen este trastorno con normopeso.

Al igual que ocurre en la anorexia nerviosa, este trastorno también implica la distorsión de la imagen corporal y el desagrado por la misma.

 Otro de los aspectos característicos de la bulimia nerviosa es que tanto los atracones como las purgas suelen hacerse en secreto, debido a los sentimientos de vergüenza y culpa, lo que suele dificultar la detección temprana por parte del entorno.

La bulimia, también puede tener efectos negativos a nivel orgánico, los más frecuentes son heridas en las manos, daños gastrointestinales, deshidratación severa y dificultades cardiacas a causa del desequilibrio electrolítico.

  • Trastorno por atracón (TA):se caracteriza por episodios frecuentes de ingesta excesiva de alimentos en un corto periodo de tiempo y que se acompañan por la intensa sensación de falta de control. Aunque puede parecer muy similar a la bulimia, la principal diferencia es que en este caso no se presentan conductas compensatorias, motivo por el cual suele relacionarse con problemas de obesidad y enfermedades cardiovasculares así como diabetes tipo II.  Las personas que padecen este trastorno, también experimentan intensos sentimientos de culpa, ansiedad y vergüenza, detonando en muchas ocasiones la aparición de los atracones. Aunque no suele cursar con distorsión de la imagen corporal, al igual que los anteriores trastornos, implica graves problemas de autoestima en las personas que lo padecen y es frecuente que se acompañe de otros trastornos emocionales como la depresión.

Aunque se han mencionado los TCA más comunes, en la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, conocido comúnmente como DSM-V se recogen otros más como son: la pica (ingesta de alimentos no comestibles, como el papel o arena, muy común en niños), el trastorno de rumiación (regurgitar los alimentos para después volver a masticarlos, tragarlos o escupirlos) , el trastorno de evitación/ restricción de la ingesta ( evitación de la ingesta por falta de interés o rechazo de las aportaciones necesarias de los alimentos).

Los trastornos de la conducta alimentaria por tanto son graves enfermedades que requieren de un tratamiento especializado e individualizado para cada tipo de persona, si bien es cierto que se trata de problemáticas complejas y resistentes, la detección temprana supone un indicador de éxito terapéutico.

En la próxima entrada se abordarán los factores causales y las distintas modalidades de tratamiento para cada trastorno.

Si quieres saber más sobre el comer emocional o emotional eating pincha aquí


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