

Tuvimos la posibilidad de visitarlo y recorrer completamente gratis gracias a una cena evento. El lugar era ejemplar y daba una propuesta muy interesante y divertida: entre campestre y maximalista, decorado con muchas antigüedades y adaptado para todos los gustos y necesidades como salidas entre amigos, pareja o en familia. Contaba con un salón principal enorme, bien abierto, todo climatizado y un segundo piso más privado con menos mesas, y detrás de la barra central un espacio para juegos. Luego nos dimos cuenta de que era una casa antigua reciclada a la perfección para dar uso a todas las posibilidades.






Los platos eran de comida casera, pero cabe volver a destacar que lo nuestro era un evento y así estaba planeado. Nos tocaron muchos ingredientes autóctonos y todo era delicioso. Comenzamos con una entrada abundante de empanadas de carne hechas por la dueña, ensaladas frescas con mucha variedad de ingredientes y condimentos, ensalada rusa, albondiguitas con salsa, una picada de fiambres y quesos, arrollado de pollo y verduras, y luego tapa de asado vacuno.






Pero generalmente el lugar ofrecía mucha más categoría que la que verán en nuestras fotos, era de los pocos lugares que ofrecían diariamente marisquería, pescados, pastas caseras y carnes exóticas como codorniz, cordero y faisán, todos productos seleccionados y frescos.
(Fotos de la página)


Cada sección tenía ese toque especial de cuando te gusta tu trabajo y te esmeras en poner hasta el último detalle, ¡Es una lástima que el restó haya cerrado! y ojala hagan una reapertura cuando la situación mejore, solamente con ver pétalos de varias flores rojas en los baños y carteles pintados a mano con la mejor onda uno sabe que entra en un lugar cuidado:


