La noticia trata sobre una decisión judicial tomada por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, la cual confirma el despido de un trabajador de una empresa de ensamblaje de mercancías. El despido se justifica por la mala conducta del empleado, quien puso en riesgo la seguridad de sus compañeros de trabajo y la suya propia al manipular de manera inapropiada los sensores de seguridad de una máquina.
El empleado en cuestión, con más de tres años de experiencia en el área de mantenimiento y formación en prevención de riesgos laborales, colocó elementos metálicos sobre los sensores frontales de una máquina. Estos sensores son responsables de detectar la apertura y cierre de las puertas del equipo. Al manipularlos, el trabajador hizo que la máquina interpretara que las puertas estaban cerradas, cuando en realidad estaban abiertas, lo que permitió que la máquina se activara de forma insegura.
Esta conducta fue considerada grave y culpable por el tribunal, ya que violaba las normas de seguridad establecidas y generaba un riesgo de daños personales significativo, incluyendo el riesgo de atrapamiento por el mal funcionamiento o la anulación de los sistemas de seguridad.
El trabajador alegó que su despido fue una represalia por haber solicitado una reducción y adaptación de su jornada laboral tras el nacimiento de su hijo, petición que solo le fue concedida dentro del horario de su turno habitual. Sin embargo, el tribunal concluyó que el despido disciplinario estaba justificado debido a la necesidad de preservar la seguridad en el lugar de trabajo y no encontró dudas sobre la gravedad de la conducta del trabajador.
Este caso resalta la importancia de seguir las normas de seguridad en el entorno laboral y las serias consecuencias que pueden surgir de su incumplimiento, tanto para la integridad física de los trabajadores como para su situación laboral.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure