Después de este nuevo estudio, hay que hablar también de un nuevo atlas forestal. Afortunadamente, los árboles son más de lo que se creía. Gracias a nuevas técnicas de conteo que se sirven de tecnologías que permiten rastrear el planeta desde satélites La cifra, reestimada por un estudio publicado en la revista Science, eleva un 9 por ciento la superficie arbolada del planeta y casi en un 50 por ciento la existente en las tierras áridas.Hasta ahora, se habían obviado un arbolado que en su conjunto ocuparía 467 millones de hectáreas o, lo que es lo mismo, tantos árboles como los que forman la selva amazónica. Con ello, la cubierta arbórea global suma 1.327 millones de hectáreas.Esta actualización ha sido posible utilizando imágenes aéreas de alta resolución que mejoran los resultados que ofrecían satélites como Sentinel o Landsat. Sobre todo, se ha afinado a la hora de realizar el conteo en regiones áridas, donde los árboles no forman bosques fáciles de traducir en árboles y, en suma, en una determinada superficie boscosa, medidas en hectáreas.Por contra, las zonas secas tienen los árboles más dispersos. Al no tratarse de áreas verdes continuas, el conteo es más complicado. Y, de acuerdo con los nuevos datos, se subestimaban las cifras de un modo importante.Si además tenemos en cuenta que casi la mitad de la superficie terrestre se caracteriza por esta aridez, tenemos que esa menor cantidad de árboles que se encuentra en este gran espacio (concretamente el 41,5 por ciento de la misma) acaba sumando un buen número.Aunque pudiera tenerse idea de esta deficiencia a la hora de contar, no se contaba con la tecnología necesaria para remediarla y, por lo tanto, las implicaciones a nivel ambiental que ello conllevase no se podían conocer de forma concreta.
Ahora, las cosas han cambiado y se han podido revisar la regiones áridas, contando los árboles que antes quedaban fuera. Se trata de la mayor revisión de estas regiones áridas realizada hasta la fecha con este fin.“Usar imágenes de muy alta resolución hace que ahora en cada píxel de la imagen de satélite se pueda ser mucho más especifico y detectar mejor la cantidad de bosque”, explica Javier Gódar, investigador del Instituto Ambiental de Estocolmo (SEI), quien también hace hincapié en la importancia de seguir aplicando esta tecnología para realizar una monitorización que permita hacer un seguimiento. De este modo, lógicamente, se podrían tener datos más fiables tanto de los procesos de reforestación como de deforestación en estas zonas olvidadas.
Nuevas tecnologías que permiten afinar
El estudio, llevado a cabo desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha contado con la participación de más de dos centenares de investigadores de distintas organizaciones.Siendo importante la numerosa y cualificada participación, lo realmente distintivo ha sido la posibilidad de contar con las mencionadas imágenes de alta resolución, recogidas por satélites de la empresa DigitalGlobe, utilizadas por Google Maps, entre otros buscadores.Esta nueva tecnología marca un antes y un después para nuestro propósito, ya que cuenta con sensores que tienen una resolución de 25 centímetros, facilitando el análisis enormemente. O, dicho con más propiedad, posibilitándolo con el uso de Collect Earth. Una oportunidad hasta ahora inédita, que la FAO no ha dudado en aprovechar.
¿Qué es Collect Earth?
Collect Earth es una herramienta que permite recoger datos a través de Google Earth, para luego poder hacer análisis de imágenes satelitales de alta resolución con distintos propósitos. Es así como se ha podido recolectar datos específicos, en esta ocasión la realización de inventarios forestales regionales en tierras hasta ahora mal inventariadas.Concretamente, las tierras áridas, con la intención de mejorar la comprensión de los elementos presentes en la mismas para así profundizar en el conocimiento de los recursos con los que se cuentan así como saber qué necesidades de protección ambiental existen.La “Evaluación Global de las Tierras Secas” es en realidad un proyecto más amplio, que también incluye el conteo de pastizales en las tierras secas, mediante una evaluación que se sirve de Collect Earth para analizar más de 200.000 parcelas en todo el mundo.El objetivo de llevar a cabo un conteo global de la cubierta forestal (incluyendo bosques, árboles y pastizales) se consigue con una serie de metodologías específicas desarrolladas por la FAO. Según concluye el estudio, en 2015 había 1.327 millones de hectáreas de biomas de climas áridos con un porcentaje de cubierta forestal superior al 10 por ciento.
Este dato es importante por tratarse del umbral que usa la FAO para utilizar la denominación de bosque en un área de 5.000 metros cuadrados. Pero el hallazgo principal es la redefinición del mapa forestal de las tierras áridas. En palabras de Elena María Abraham, coautora del estudio:
Lo importante es que al identificar una mayor superficie de bosque seco, estamos redibujando el mapa de las tierras áridas. Ante un escenario de cambio climático y desertización, en el que las tierras áridas se van a expandir, es determinante conocer los bosques secos, el recurso más importante que tenemos.Por último, la FAO ha realizado este análisis dentro del marco de dos proyectos complementarios de la misma organización, como son “Action Against Desertification” (Acción contra la desertificación) y “Global Forest Survey” (Encuesta Global Forestal), en cuya implementación se cuenta con la colaboración de una red de gobiernos, ONGs e instituciones académicas, entre otros colaboradores.O, lo que es lo mismo, más allá de la buena noticia que supone contar un una mayor masa forestal, el estudio tiene un propósito práctico que busca el desarrollo en regiones que, por lo general, tienen escasos recursos.