Como cada año por estas fechas, en la mayoría de países industrializados los juguetes considerados peligrosos aparecen buscando captar la atención de quienes quieren ahorrar en la compra navideña de juguetes. Son artículos que no están avalados por las normas de la Unión Europea, juguetes que contienen sustancias químicas peligrosas, defectos de diseño y fabricación… son productos que pueden causar daños a los más pequeños y que conviene evitar a toda costa.
Pues bien, se ha procedido a la destrucción de juguetes peligrosos en Francia, más de 30.000 artículos que procedían sobre todo de China (algo que no sorprende) y que han sido incinerados. Estos juguetes estaban almacenados en una nave de 2.000 metros cuadrados, estaban listos para ser comercializados en mercadillos y tiendas del “todo a 100″. Parece ser que los funcionarios de aduana descubrieron el fraude por casualidad y a partir de un artículo que no tenía nada que ver, una falsificación de zapatillas deportivas. En los productos requisados, se han detectado un nivel de ftalatos que superaba en 320 veces el nivel permitido por la UE, pero este es sólo un ejemplo de las irregularidades.
Ya no se trata del valor que tienen en el mercado estos juguetes, que se calcula en miles de euros, sino de la peligrosidad que encierran y todos los problemas que pueden ocasionar a los niños y a las familias en general. En Francia, el año pasado se controlaron unos 5’6 millones de juguetes a través de la aduana, casi 2 millones de ellos tenían algún defecto y algo más de 300.000 juguetes eran potencialmente peligrosos. En España también se han incautado durante estos días varias partidas de juguetes considerados potencialmente peligrosos, sin embargo, no tantos como los requisados en el país galo. Teniendo en cuenta la crisis económica, nuestro país es un cliente potencial de este tipo de productos, por ello los padres debemos ser prudentes y evitar adquirir productos que no cuenten con la certificación pertinente.
Con respecto a los riesgos que encierran estos juguetes de mala calidad, se puede destacar el riesgo microbiológico, lesión, infección, asfixia, quemaduras, intoxicación, etc. En esta fechas navideñas se extrema la vigilancia pero muchos productos escapan a ella, debemos ser los padres quienes nos aseguremos a la hora de realizar las compras y rechazar todo aquello sospechoso, no vamos a cambiar un buen precio por la salud de los niños.
Siempre podremos reducir los riesgos si adquirimos juguetes de marcas reconocidas, son más caras, y por ello será mejor comprar menos, pero con calidad y seguridad constatada. Por último, recordad que los juguetes deben tener el sello de garantía comunitaria, debemos asegurarnos de que no se trata de una falsificación, que funcionan correctamente y que están perfectamente acabados, de este modo los niños disfrutarán plenamente de sus juguetes y los padres podremos estar más tranquilos.
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Destrucción de juguetes peligrosos en Francia