Recuerdo que en 1970, le preguntaban a Rocky Balboa si no había pensado en retirarse, y me hace gracia pensar que que el tipo siguió dando caña hasta el año 2006. Algo parecido le está pasando al arqueólogo más famoso de todos los tiempos (Pobre Howard Carter), Indiana Jones, el único hombre capaz de provocarme pensamientos positivos al verle entrar en la habitación con la camisa rota y un látigo en la mano. La saga de Indiana Jones fue concebida en sus inicios como una especie de James Bond de lo antiguo, y la verdad es que en el prólogo de ‘El templo Maldito’, la influencia de ese cine es patente. Pero Jones evolucionó con el paso de los años y nos entregó una estupenda trilogía perfectamente cerrada con la historia del Santo Grial y un memorable Sean Connery, al menos hasta que George Lucas, suponemos que aburrido en su Rancho Skywalker, decidió estirar sus articulaciones.
La historia de Indiana Jones 4 comenzó con una reunión de viejos profesionales en la que revisionaron la saga entera. Los comentarios acerca de lo bien que se lo pasaron haciéndolas fueron en aumento, así que se pusieron manos a la obra con una cuarta entrega. El resultado dividió a crítica y público (aunque, vamos a ser realistas, los críticos son gente que entra gratis al cine, dice lo que piensa en palabras rebuscadas y tecnicismos y, además, cobra por ello), pero todo eso después de dejar unos ochocientos millones de dólares en la caja de Steven Spielberg, Harrison Ford y el Tito Gilito. Con esos números y un Harrison Ford sin muchos proyectos por delante (lo más relevante que le he visto hacer desde Indi 4 fue disfrazarse de hombre guisante) la idea de un nuevo ‘Indiana Jones’ seguía flotando en el ambiente.
Y aunque muchos no les perdonamos ese pseudohomenaje a Tarzán de la cuarta entrega y luego haya muchos más que critiquen cambiar a los nazis por sosos comunistas y naves espaciales, el proyecto sigue adelante. Hace dos días salieron noticias acerca de que el posible argumento podría situarnos en el triángulo de las Bermudas, ese misterioso enclave donde han desaparecido barcos, aviones, submarinos y demás elementos que forman parte de la parafernalia anual de revistas de ocultismo. Se insinuaba que podría ser un cierre a la saga y que Shia Labeouf aparecería de nuevo como el hijo de Jones, pero esta misma mañana han comenzado a aparecer desmentidos acerca de esta historia, así que tanto una como la otra información han de ser puestas en la más estricta cuarentena.
Creo que Indiana Jones 5 se hará, y antes de lo que esperamos. Lo que muchos le pedimos a Steven Spielberg, el hombre que moldeó grandes rasgo de mi fragmentada infancia, es que sea coherente y le pare los pies a George Lucas cuando sea necesario.