Ayer hablaba con una buena amiga sobre la evolución de nuestros respectivos blogs. De cómo empezamos a disfrutar de los micromundos que te ofrece la blogosfera y cómo era fácil decepcionarse y hartarse un poco según la evolución de todo lo que huele a 'fenómeno' (que invita siempre a potenciar el lado comercial y masivo de las cosas como único objetivo).
Yo le decía a ella que creo en los blogs como algo temporal. Como reflejo de lo que te interesa en un determinado momento. Y con esta filosofía creo que es normal que un blog temático evolucione (según van evolucionando tus propios intereses) o incluso que pueda terminar para iniciar otra andadura. Según te sientes o según vas recorriendo espacios y momentos.
Fue una conversación agradable. Y me hizo pensar en cómo mi interés por encontrar inspiración para la estética cotidiana (ideas sin pretensiones para vestirte día a día, objetivo inicial de 'In my shoes') había ido cambiando. Me cansan las prendas que solo te venden tendencia. Me satura la idea de consumir como única forma de definir una identidad y creo que en mi cabeza todo apunta a buscar otras cosas, otras fuentes y otras maneras de entender lo que puede inspirarte para sentirte bien con una prenda.
Últimamente navego mucho por blogs de artesanía. Estoy fascinada con la creación de productos únicos, especiales, elaborados con mimo y con aprecio por los materiales. Las texturas hacen de una prenda algo único. La mezcla de materiales, y la "imperfección" de cada creación que huye del trabajo en serie y da como resultado objetos que no pueden repetirse.
No podemos escapar de la vida práctica y 'low cost'. Pero sí podemos apostar por enriquecernos con pequeños detalles.
En esta búsqueda y disfrute, conociendo y accediendo a personas que producen cosas únicas, me he topado con un blog que seguía hace tiempo. Es el blog de 'Caterina Pérez'. Recientemente he quedado fascinada con dos productos que me inspiran muchísimo.
Fijaos en esta carterita de mano tan práctica y con un aire suave, muy personal... Un complemento ideal para poder llevar esas cosas que se nos acumulan en las manos (llaves, móvil, monedero...) Ella sugiere que es perfecto para colgar del carrito del bebé (yo le celebro la idea) o bien para agrupar un par de cosas en alguna ocasión en la que no quieres cargar con un gran bolso.
Y otra de las piezas que me han fascinado: esta 'tote-bag' tan sencilla y especial que dan ganas de tocar, usar, rellenar con los objetos más preciados para pasar una tarde al sol. Un libro, una botella de agua o una labor de crochet. Me imagino una tarde de primavera llevando estas cosas de paseo con mi perra para despejarme y dejar que los anhelados rayos de sol nos empiecen a saludar.
¿No os pasa igual? ¿No creeis que la artesanía nos permite encontrar refugio en los detalles para dejar de sentirnos piezas de un engranaje vertiginoso e impersonal?
Publicado con Blogsy