El lunes os contaba los detalles rústicos que hicimos para una boda. En esta ocasión, os enseño unos más medievales.
Para el photocall no hizo falta mucho, puesto que el restaurante ya estaba ambientado, así que bastaron unos banderines para el toque festivo, accesorios como escudos y espadas, un par de cubos de latón y unas pacas de paja.
Los fardos de paja están de moda. Podéis encontrarlo en cualquier sitio con ganado, y si os cobran más de 3 euros ya os están timando, pero bueno, es que todos saben que ahora son "lo más". Oye, ocupan y pesan.
Para el protocolo, había visto en Internet uno que le iba fenomenal a este tipo de evento, y de nuevo un "papáaaaaa, ¿me ayudas?" y listo.
Como meseros, pusimos los mismos que para la boda rústica puesto que le iban bien al estilo y así quedaba "tuneada" la mesa, pero sin recargar. La profusión de detalles medievales en un entorno ya ambientado así podría haber sido excesiva y provocar que no destacara ninguno sobre el resto.