Para un sector de la población cañetana – lo registrado con el alcalde del distrito de Cerro Azul – Abel Miranda Palomino, es una muestra del deterioro moral que hay en algunas autoridades locales – mitómanos y promotores del soborno.
El vecino de a pie, opinó que en una sociedad abierta como la peruana y cañetana, todos, en mayor o menor medida, somos responsables de la ola de corrupción que nos saquea. “Los políticos que la practican, promoviéndola o aceptándola; los sobornadores (proveedores y empresariales); los partidos políticos, carentes a estas alturas de autoridad moral para combatirla; la administración de Justicia(jueces y fiscales), que en muchas ocasiones no ha dado la talla; las instituciones encargadas del control y fiscalización de la actividad administrativa, negligentes casi siempre en su tarea y los medios de comunicación (Radio, televisión y otros), silenciando o minimizando, a veces, el fenómeno corrupto a cambio de una mensualidad escondida a través de la publicidad.Otros coincidieron en señalar que la causa primera de todos los males en el sector público local, es la falta de ética pública de muchos gobernantes, llegados a la política no por vocación ni espíritu de servicio, ni siquiera por ideología.Por ultimo –no faltó quien dijo que la política y el periodismo, al ser la más nobles de todas las tareas, es susceptible de convertirse en el más vil de los oficios.