Magazine

Deus Ex Machina

Publicado el 05 noviembre 2021 por Hugonote @Casagrande_Jose

La chica acababa de salir de una de sus clases nocturnas del taller literario al cual se había suscrito, se dirigía a la parada del autobús. El maestro del curso le había dicho que había que evitar un error común llamado "Deus Ex Machina".

Aun podía escuchar la grave y solemne voz de su tutor diciendo: "Ada, si quieres que tus textos no tengan la apariencia de un escritor novato y poco versado en las lides de la narrativa debes evitar a toda costa resolver situaciones difíciles mediante la intervención de un elemento externo a la lógica de tu relato".

También recordaba haber discutido un poco el sabio consejo, pues para ella un relato era precisamente para que toda clase de hechos absurdos aparecieran y desparecieran repentinamente como para dar sabor a las aventuras de los personajes.

Iba pensando todo ello cuando de repente vio a lo lejos una grúa de la cual parecía estar colgando un ángel, miro mejor, porque quizás sus ojos la engañaban, total el objeto estaba muy lejos, podría ser cualquier otra cosa lo que estaba agarrado al gancho de aquel formidable aparato.

Una vez que abordo el autobús que la llevaría de regreso a su casa, se sentó en una silla con ventanilla en donde comenzó a meditar estos temas literarios con felicidad, pues tenia al menos unos 45 minutos de viaje en donde podía darle rienda suelta a sus pensamientos. Tan ensimismada iba que apenas si noto a las diferentes personas que se sentaron a su lado, la ultima fue una anciana vestida con uniforme de aseadora, olía bastante mal, como a mugre revuelta, el aroma que despedía la mujer le produjo un ligero dolor de cabeza a todos los pasajeros y al conductor del bus también. Por fortuna no tuvo que estar mucho tiempo allí, pues luego de que la aseadora se le sentara al lado faltaba muy poco para que Ada se bajara en su destino.

El olor era tan penetrante e intenso que ya le dolía no solo la cabeza sino el tabique nasal, necesitaba aire puro, tan pronto como el autobús se detuvo en su parada de salida, Ada no dudo en saltar hacia la libertad, buscando literalmente un respiro a su situación.

Por fin pudo comprender que sentían aquellos condenados a la cámara de gas, estaba mareada. Completamente aturdida inicio el camino a pie hacia su residencia.

Pero Ada no volvió a casa ese día. Alguien estaba esperándola, una mujer vestida como una Mama Noel muy sexy, se le acerco, y sin mediar palabra o gesto alguno saco una pistola y le disparo hacia el vientre a quemarropa. La bala dum-dum le atravesó primero el hígado e intestinos y luego le destrozo el útero.

Cuando la misteriosa atacante la vio caer, le dijo en tono irónico: "Feliz Navidad, te desea Murder Inc. Ho Ho"

Allí en medio de la calle, sola, en la oscuridad, yacía en un creciente charco de sangre la joven e inexperta Oficial Ada Esculi, apenas hacia unos meses acababa de ser trasladada a la ciudad conocida como 'Puerto Industrial', una pujante metrópoli superindustrializada y en donde el crimen organizado también era bastante prospero.

Ada en medio de la confusión y el dolor se dio cuenta que estaba muriendo, la vida se le escapaba a borbotones, su uniforme azul, se teñía de un grotesco color entre rojo y purpura. Sabia que ser policía era arriesgado, tal cual como se lo habían indicado miles de veces en la academia, pero aun así, no se explicaba ella él porque estaba en esa situación, tan solo era una auxiliar que ayudaba con las labores rutinarias del trafico, ora haciendo de semáforo, ora ayudando a cruzar a los escolares las vías cerca de la escuela, las típicas funciones de una principiante. Con cada borbotón de sangre se iban diluyendo sus aspiraciones de convertirse un día en Detective y quizás con suerte llegar a ser la Gran Comisionada de la Policía o dirigir una Central de Inteligencia. Todos sus sueños de repente se estaban esfumando, le quedaban pocos minutos de vida.

La figura en el gancho de la Grúa presencio con preocupación toda la escena, podía escuchar los pensamientos de la mujer herida, hizo algunos gestos y descendió al lado de ella y le dijo al oído: "Soy el Dios Thor. En verdad en verdad te digo hoy: No morirás. Durante las festividades decembrinas en conmemoración de mi nacimiento, la Diosa Samsara me ha permitido intervenir en la vida de un mortal. Tus sueños de ser alguien con excelencia no se verán eclipsados, un día llegaras a ser una de las personalidades policiacas mas sobresalientes del país. Cambiaras tu nombre, lo escribirás de otra manera y finalmente encontraras el amor de tu vida. Animo preciosa."

No se sabe si la oficial Esculi, escucho o no el celestial discurso, o si vio o no a Thor, pero por unos instantes le pareció percibir a su lado al Cadete Carbonell y esa presencia le permitió reunir fuerza suficiente como para alcanzar su teléfono celular, marcar un numero de emergencia y decir: "Oficial gravemente herido, estoy en la Unidad 731 de la Calle Resurrección, cerca del teatro Griego".

En menos de cinco minutos apareció una ambulancia. Luego de varias horas de quirófano los médicos actuaron con tal precisión que le salvaron la vida.

Lejos de allí, la misteriosa mujer que le disparó a Esculi se reunió en algún lejano paraje con otra figura vestida de manera similar y esta la interroga:

- ¿Entregó usted nuestro regalo de nochebuena?

- Si, Gran Maestro - respondió ella

- Muy bien querida.

Y sin agregar nada más el Gran Maestro le dispara, no al hígado sino directo a la cabeza. La bala tenia tanta potencia y malicia que básicamente le arranco la cabeza, el hombre ve con indiferencia como el cuerpo sin vida de la desdichada cae al piso y le dice en tono irónico: "Bienvenida a Murder Inc. Ho Ho".

En ese momento se escucho la potente voz del conductor del autobús que decía con algo de insistencia a Esculi: "Señorita, Señorita, se ha quedado otra vez dormida. Ya he llegado al final de mi ruta. ¿Desea bajarse aquí o espera el recorrido de retorno?".


Volver a la Portada de Logo Paperblog