Empiezan las fiestas decembrinas. Felicidad, Amistad, Familia, Buenos Deseos y Regalos; son la premisa de los próximos días. La mayoría por la influencia de los medios y la mercadotecnia pro consumo. Otros muchos por convicción religiosa. Unos cuantos por ser políticamente correcto. Algunos más para cambiar de tono la dinámica de lo cotidiano.
¿Y el país? Envuelto en una vorágine de violencia, falta de respeto a los demás y a las autoridades que, dicho sea de paso, se han ganado a pulso esta reacción de la sociedad.
Empieza el mes y ya enfrentamos un $PESO debilitado; además de la noticia de que la CORRUPCIÓN sigue siendo el cáncer de nuestra sociedad y un estilo de vida de muchos mexicanos; sí, la corrupción es un gran negocio en México.
Durante mucho tiempo la corrupción era un "fantasma", algo que unos cuantos "corruptos" practicaban generando la indignación y vergüenza de la mayoría.
Hoy el problema es que la corrupción es un monstruo de miles de cabezas que, fomentado por la ignorancia, la falta de educación, la pobreza, la falta de valores, la ambición, el gandallismo y la desvergüenza; está presente en, si no en todas, sí la mayoría de las instituciones y organizaciones mexicanas, sin faltar por supuesto, el núcleo de la familia.
La "tolerancia" y falta de ejemplos de valor para los niños de ayer; son el resultado de la práctica incesante de "formas no correctas" de hacer las cosas.Desde el clásico ejemplo de convertir a los delincuentes en "héroes" y "símbolos de éxito"; hasta la conveniencia de aceptar las malas prácticas gubernamentales y corporativas por un beneficio mediato e individual.Todo es parte del cáncer que ha crecido y tiene enferma a una sociedad que sufre por sus mismas omisiones y decisiones pasadas y ... presentes.
Pero aún estamos a tiempo de hacer lo que debemos hacer.
Cada uno puede decidir evitar la corrupción. Desde lo simple (comprar en lugares que sabemos son producto de una mala práctica comercial o incluso de artículos robados); hasta lo complejo (Decir no al cohecho, a la "mordida", a tolerar lo que sabemos que no debe ser de esa forma, aunque el camino correcto sea más largo, tardado o doloroso).
Para los que tienen posiciones de autoridad, hacer lo correcto los convertirá en verdaderos líderes.
Para los que realizan cualquier tipo de actividad, hacer lo correcto los hará ser personas de calidad.
Para los que tienen fe, hacer lo correcto los hará ser ejemplos de virtud.
Te invito pues a darle a tu país un regalo poderoso:
Haz lo correcto: Di no a la corrupción.
Revista Coaching
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