Paisaje desde el tren, cerca de Almansa.
Fuimos a Alicante a recoger a un amigo, para pasar varios días bicheando por nuestra zona, y aprovechamos que estábamos cerca de la costa para buscar fauna y flora interesante. En casi toda la mitad este de la Península, llevaba varios días lloviendo y, por lo menos, en Chinchilla, en dos días se habían acumulado más de 40 mm en mi pluviómetro, así que la observación de algunas especies típicas otoñales estaba garantizada, al menos durante los primeros días de la semana.
También en Alicante arreciaba fuertemente la lluvia. Por la noche, exploramos las dunas fósiles que hay al sur de Urbanova, no sin antes pasar por la orilla del Mediterráneo, ya que el temporal suele traer cosas interesantes a la costa. Uno de los animales que encontramos fue una chicharra (Dactylopterus volitans), también conocido como pez golondrina. Jess se acercó a la orilla, mientras las olas se retiraban y dejaban al descubierto unas estructuras que parecían plumas sobresaliendo de la arena. Lo primero que pensamos fue que podría tratarse de un pájaro semienterrado, pero cuando estiré de estas estructuras, descubrimos que en realidad eran los radios de las grandes aletas del pez. Vimos tres ejemplares varados en la orilla.
Chicharra (Dactylopterus volitans). Puede parecer triste, pero la muerte de este ejemplar alimentará a infinidad de seres, como gaviotas e invertebrados carroñeros.
En esta zona es posible encontrar varias especies de caracoles y artrópodos mediterráneos, así como las dos especies de gecónido ibéricas. Esa noche pudimos ver un pequeño ejemplar de salamanquesa rosada (Hemidactylus turcicus), que correteaba entre las grietas junto a la zona naturista, resistiendo, brava, la lluvia y el viento.
Salamanquesa rosada (Hemidactylus turcicus)
Las lluvias sacaban de sus escondites a muchos gasterópodos que habitan estas áridas y rocosas colinas. Muchos de estos caracoles se esconden a los pies de muchos arbustos, como la alcaparra loca (Zygophyllum fabago) o la olivarda (Dittrichia viscosa), o dentro de grietas en el suelo. Algunas especies que vimos fueron: Rumina decollata, Eobania vermiculata, Cornu aspersum y Otala punctata.
Grupo de Eobania vermiculata (un par en plena cópula) y Otala punctata.
Antes de retirarnos por la lluvia, nos acercamos a un seto de adelfas (Nerium oleander), justo cuando la lluvia comenzaba a caer con más fuerza. Allí descubrimos una ninfa de Mantis religiosa, bastante pequeña para la época en la que estamos. En seguida tuvimos que refugiarnos, pero al día siguiente viviríamos experiencias interesantes y sorprendentes a la orilla del Mare Nostrum.