duodécima acción personal en estos 16 Días contra la violencia de Género 2012.
Hoy, 6 de diciembre de 2012, hace 23 años de la matanza que realizó un tío mierda en el Politécnico École, en Montreal, Cánada,… acabando con la vida de 14 mujeres e hiriendo a otras 14 personas. Se conoce esto como la Matanza del Politécnico École o la Matanza de Montreal.
Estos son los nombres de aquellas 14 mujeres:
- Geneviève Bergeron (born 1968), civil engineering student
- Hélène Colgan (born 1966), mechanical engineering student
- Nathalie Croteau (born 1966), mechanical engineering student
- Barbara Daigneault (born 1967), mechanical engineering student
- Anne-Marie Edward (born 1968), chemical engineering student
- Maud Haviernick (born 1960), materials engineering student
- Maryse Laganière (born 1964), budget clerk in the École Polytechnique’s finance department
- Maryse Leclair (born 1966), materials engineering student
- Anne-Marie Lemay (born 1967), mechanical engineering student
- Sonia Pelletier (born 1961), mechanical engineering student
- Michèle Richard (born 1968), materials engineering student
- Annie St-Arneault (born 1966), mechanical engineering student
- Annie Turcotte (born 1969), materials engineering student
- Barbara Klucznik-Widajewicz (born 1958), nursing student
Yo te propongo asumir un compromiso personal y también público; Personal, otra vez más… cada día, cada mañana,… para no caer en violencias (micro o macro). Público… porque es de justicia y porque no hay derecho al silencio ante esta lacra. Me ha gustado mucho un manifiesto que encontré en una página del Ayuntamiento de Granada. Ahí va:
La Campaña del Lazo Blanco te pide que no te quedes callado, sino que denuncies, y desafíes a otros hombres a examinar sus actitudes hacia las mujeres. Un hombre que guarda silencio ante la violencia contra las mujeres es parte del problema.
Es responsabilidad colectiva de los hombres hacer algo al respecto. Para ello, se necesita cambiar las actitudes negativas, los comportamientos y las instituciones que permiten a los hombres cometer actos violentos. Tenemos que enseñar a nuestros hijos, por ejemplo, que todas las formas de violencia son inaceptables, y que para ser un hombre no se necesita controlar o dominar a las mujeres (o a los niños, o a otros hombres).
Llevar el lazo blanco no significa un acto de culpabilización hacia los varones, ni un certificado de calidad que presentará al que lo lleva como mejor persona. Ni se lleva para salir en la foto. Llevarlo significa aceptar el compromiso personal de no cometer, permitir, ni silenciar la violencia contra las mujeres.
Llevarlo, también ES UNA INVITACIÓN de hombre a hombre.
MANIFIESTO: Hombres enfrentándose a la violencia contra las mujeres
Yo, como hombre que sabe de la amplitud y gravedad del problema de la violencia masculina hacia las mujeres, y que asume la filosofía del respeto e igualdad de derechos entre mujeres y hombres, estoy dispuesto a :
Comprometerme en la lucha por la erradicación de la violencia doméstica, a través de una postura activa en mi vida personal, laboral y social.
Para ello me propongo:
- Decir No a todo ejercicio de la violencia física, psicológica, emocional, o de cualquier tipo contra las mujeres.
- No ser tolerante, cómplice silencioso, o justificador de dicha violencia. Denunciar públicamente el problema y a quienes ejercen violencia.
- Proponer el debate sobre la violencia en todos los ámbitos de mi vida cotidiana.
- Cuestionar y modificar el modelo machista tradicional que he recibido y que nos ha enseñado que ser hombre da algún tipo de derecho o autoridad especial sobre las mujeres, y que la única emoción que se puede manifestar sin avergonzarse, es la agresividad. El sexismo conduce a producir daño a las mujeres y además impide a los hombres ser emocionales, empáticos y cuidadosos, deshumanizándolos.
- Reflexionar sobre mi propio comportamiento, estar alerta y ser crítico frente a los múltiples medios que uso y usan otros hombres para controlar y dominar a las mujeres.
- No aprovecharme de mi fuerza, ya sea física, social o de personalidad para imponer mis deseos o descargar tensiones sobre las mujeres. Ni permitir que otros hombres lo hagan.
- Aprender a negociar, reconocer los errores y resolver pacíficamente los conflictos, ya que la violencia nunca puede ser un recurso válido ante ninguna situación con una mujer.
- Apoyar a las mujeres en sus luchas contra la violencia y solidarizarme con las mujeres víctimas de la violencia doméstica.
- Procurar organizar en mis lugares de estudio, trabajo y ocio, reflexiones, discusiones o actividades entre hombres, destinadas a erradicar la violencia masculina.
- Luchar para que se cuestionen en la educación los conceptos de la masculinidad tradicional violenta, tanto en los centros de enseñanza, como en la familia y los medios de comunicación, para evitar que los modelos que originan la violencia se sigan reproduciendo.
- Reclamar a los poderes públicos para que las leyes contra la violencia existan, sean efectivas y se cumplan.
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