Día 4: Kilómetros, mezquitas y mercados (31/7/18) #FamilySenegal18

Hemos dormido en el campamento del desierto, ha sido una noche calurosa y además nos hemos refugiado bajo la mosquitera protectora ya que había un ejército de mosquitos. Queremos ver salir el sol entre las dunas naranjas, nos hemos pegado el madrugón y haciendo honor a "nuestra suerte viajera" había nubes y el sol ha decidido no asomarse, una lástima! Aprovechamos para desayunar en la tienda comedor, de nuevo sin plato, un pan que nos parece recién hecho, mantequilla y mermelada. Pol y Marina quieren darse un paseo en dromedario, así suben a sendos animales y dibujan una bella estampa en su pequeña excursión. Ha llegado el momento de abandonar el campamento, nos subimos al camión "lata de sardinas completa", no cabe ni una aguja! 

Paseo en dromedario por las dunas
naranjas de Lompoul

Tienda comedor de Lompoul

Tapadas hasta la bandera!
en la mezquita de Touba!!

Recuperamos nuestro coche y ponemos rumbo a Touba, la ciudad más musulmana de Senegal con su gran mezquita. Cuando llegamos nos hacen sacarnos los zapatos (hasta ahí bien) y nos dicen a Marina y a mí que en la mezquita no pueden entrar mujeres con pantalones, así pues nos ganamos un paño a modo de falda y nuestros pañuelos con mil vueltas para tapar pelo, hombros y brazos fuertemente anudados en el cogote, hemos quedado impresionantes!!!!
La gran mezquita de Touba es una construcción inacabada en permanente construcción. Nos dicen que los viernes reciben a 10.000 personas que vienen a rezar, hoy vemos a un grupo de mujeres vestidas de azul limpiando las salas de oración bien contentas por contribuir, al menos, con ello. Recorremos las diferentes estancias y salas de oración, en una de ellas vemos a un grupo de "marroquíes" decorándola con yeso. Nos cuentan que por la mezquita han pasado 6 califas y que justo hace 6 meses empezó el califa nº 7.Damos por acabada la visita y nos vamos a Kaolack, un rato de piscina y aire acondicionado no nos van a venir nada mal.
El paseo es largo y en el trayecto paramos a visitar un alegre poblado nómada. Nos reciben, como empieza a ser habitual niños de todos los tamaños y también una mujer, como dice David, la segunda mujer del "hombre" de la familia, la primera se ha ido a trabajar al campo. Nos sorprende el tatuaje que lleva en la boca y la cantidad de productos del cabello que atesora en su único mueble dentro de su choza: un armario.

Recibimientos alegres

Tatuaje facial

A las 18h, tras horas de coche, llega el momento de pasear hasta el mercado y el caos de Kaolack, la ciudad que nos acoge. Vemos ropa de multitud de colores que alegra el animado mercado, la actividad es frenética , todo el mundo va arriba y abajo y en la calle un puñado de taxis destartalados esperan una ansiada carrera. Aprovechamos la salida para visitar una farmacia (verde como todas) y charlamos un rato con el farmacéutico, ay, ay, ay, a ver si cuando Marina acabe la carrera montamos una farmacia en Senegal...

Marina de visita a una farmacia en Kaolack

Con la excursioncita hemos caminado casi dos horas, en el hotel nos dan tortilla a la francesa para cenar, casi lloramos de ilusión!!!! A las 22h más de uno ya ha caído en los brazos de Morfeo!!!!