Revista Espiritualidad

Día del Parinirvana: Celebrando la muerte del Buda, febrero 15

Por Chocobuda

Día del Parinirvana: Celebrando la muerte del Buda, febrero 15

A pesar de las muchas leyendas que se han construido a lo largo de los siglos, el Buda era un hombre normal.

Shakyamuni comía, dormía, envejeció, y al final de su vida enfermó. Murió de disentería por comer carne en mal estado. Sin glamour ni nada en especial. Tuvo una muerte como la de cualquier ser vivo.

Esta calidad humana y normal es lo que hace que el Día del Paranirvana sea significativo.

Este es el día en el que Shakyamuni Buda murió cerca del pueblo de Kushinagara, en las orillas del río Hiranyavati. En los templos budistas zen se cuelga un banderín o se coloca una estatua del Buda entrando al nirvana. Se hace una ceremonia para expresar nuestra gratitud al Buda. Se observa en las primeras dos semanas de febrero, sin pasar del día 15.

Día del Parinirvana: Celebrando la muerte del Buda, febrero 15

Celebración de Nehan-e en el templo de Myojoji.

En sánscrito, Nirvana significa literalmente “extinción de las ilusiones mundanas y la pasión”. Cuando la extinción de éstas es lograda, se llega al Nirvana. Sin embargo en este día especial, Nirvana significa la muerte del cuerpo de Shakyamuni Buda.

Se dice que al tiempo de su muerte, el Buda estaba durmiendo en una cama que había sido preparada entre dos árboles sala. Su cabeza estaba orientada hacia el norte, su cara al oeste y apoyaba su mano derecha como almohada.

El Buda dió su último sermón que exponía la Verdad Suprema: A pesar de que el cuerpo físico muere, el Dharma trasciende al tiempo. Para ver al Buda, sólo hay que ver al Dharma. Así, Shakyamuni instruyó a sus monjes en los Preceptos para que siguieran la Senda del Buda.

Su último discurso es llamado Yuikyogyo o Sutra de la Última Enseñanza del Buda (Parinirvana Sutra).

El Iluminado murió a los 80 años y entró al Mahaparinirvana; el estado más profundo de la Iluminación, donde no se llega o se sale, pero donde se es libre y puro.

A pesar de que esto sucedió hace más de 2,500 años, los estudiantes del Dharma veneramos este momento en el tiempo, porque sabemos que el amor y la gratitud es lo que nos une a nuestra historia común y a todos los maestros que nos han dejado la ruta a seguir.

Esta semana estará dedicada a festejar el Nehan-e. En el próximo post hablaremos de algunas ideas para la celebración.


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