Hoy, día 22 de septiembre, es el Día Europeo sin coches y es que la celebración de este día está cobrando cada año más importancia ya que se está extendiendo por distintos lugares del mundo.
Es en 1973 con la crisis petrolera cuando diversos gobiernos nacionales, regionales y locales europeos desarrollaron las primeras ideas para desincentivar el uso del automóvil (además de promover medios de transporte más eficientes) impulsados por la preocupación por el suministro de petróleo que conmocionó por aquel entonces a la opinión pública.
Estas ideas se trataron de forma general con una mera prohibición del tráfico motorizado. Es aquí cuando todos los tipos de vehículos sin motores de combustión se llenaron de gran publicidad mientras que las poblaciones afectadas aprovechaban para “reconquistar” el espacio perdido y aprender de las ventajas colectivas de la desmotorización privada.
Toda esta experiencia duró lo que persistió la crisis petroléra, en cuanto el petróleo se estableció se olvidaron de todo el asunto y no es hasta los años 80 cuando se volvió a proponer la celebración de las jornadas sin coche con la iniciativa de las organizaciones ecologistas y de defensa de bicicletas.
En un principio fueron las ciudades de Reikiavik (Islandia), La Rochelle (Francia) y Bath (de Reino Unido) las que tomaron esta iniciativa de aplicar el Día Sin Automóvil.
Y en 1987 se celebró en toda Europa y con el patrocinio de la entonces Comunidad Europea una jornada sin coches.
En Madrid la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat), Comaden y Pedalibre promovieron un "Pleno sin coches" en las puertas del Ayuntamiento; los concejales de los distintos grupos políticos fueron invitados a participar acudiendo al consistorio en medios de transporte alternativos y a suscribir una declaración de apoyo al objetivo de la jornada, aunque no tuvo mucho éxito ya que sólo acudió un concejal de Izquierda Unida.
No es hasta el año 2000 cuando se constituye como una iniciativa europea por la Comisión Europea. El mismo año se toma como día mundial y se implementa en Europa extendiéndose las actividades por una semana, conocida como la Semana de la Movilidad.
El Día Europeo sin coches ha sufrido mucho para ser tratado como tal y lo único que pretende es aumentar la conciencia pública sobre la contaminación y el excesivo consumo energético causados por el uso irracional del automóvil. Intentando además, reafirmar los pies, la bicicleta y el uso del transporte público como alternativas a las actuales pautas de movilidad.
Por esta misma razón el año pasado en algunas ciudades como Cartagena los autobuses públicos para este día fueron totalmente gratuitos y espero que propuestas como estas sigan cada año.
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